Y se siguen cumpliendo los ritos. Cada cuatro años y desde hace un tiempo para Valparaíso sucede lo evidente, cambio de Gobierno, pero no cambia ese asedio irracional contra la ciudad.

Con Lagos (2010) se comienza a gestar el T2 con su primer traspiés en los diseños y estrategias. Con Bachelet (2006), segundo traspiés, el T2 no es adjudicado. Con Piñera (2010) se lo adjudica OHL, tercer traspiés ya que no pasa nada, siguen ocupando el Espigón. Con Bachelet (2014), cuarto traspiés, ya que ante la amenaza de quiebra los españoles de OHL vendieron el T2 a un fondo de inversiones australiano. Se fueron los cruceros. Con Piñera (2018), quinto traspiés; nadie se hace cargo del tema portuario: los ministerios se pasan la pelota unos a otros, el Directorio y Gerencia de EPV, absolutamente paralizado. Ni siquiera sobre el terminal de cruceros tienen diseño. Menos del resguardo patrimonial de la Valparaíso.

Los cambios cada cuatro año contrastan con la continuidad de los mismos ineptos apernados de siempre. ¡No hay quien los mueva!. Tan es así que acaban de mal informar, públicamente, a la ministra Hutt que la región de Valparaíso hoy tiene una capacidad de transferencia de 3 millones de TEUS al año para así demostrar que, a pesar de lo malo del T2, era urgente hacerlo. Pero, también es de público conocimiento que la capacidad instalada anda por encima del doble.

Este grupito transversal en lo político, pero parece que bien cercano y afiatado en los negocios han tenido la no despreciable lista de embarradas sólo en el puerto:

• Concesionar un mal proyecto como el T2 y regalar 3 way outs (¿vendrá el cuarto?); y aún sigue paralizado.
• Perder lo prometido, que el Acceso Sur era para todos los operadores y no solo para TPS.
• Perseverar, tozudamente, en un mall ilegal. Pero, la lucha ciudadana lo acabó.
• Licitar un terminal de pasajeros por US$ 10 millones que es ilegal (le están pidiendo permiso al Contralor para legalizarlo)
• Y tantas otras decisiones que destruyeron la convivencia de la ciudad. Pero, al menos hoy tenemos Alcaldía Ciudadana, con una gran votación popular.

Ahora estamos frente a la campaña de reactivar el T2. Por eso observamos que la consigna hoy es atacar al Alcalde Ciudadano. No es casualidad, no hay descoordinación.

Nos alegramos de informar que la defensa de Valparaíso sigue y que sí hay algo transversal y limpio en Valparaíso que unirá a muchas personas, que lo quieren, es la defensa de su historia, su bienestar y su futuro.

Una oportunidad más Sr. Piñera, abra las ventanas de EPV: ventile, audite, mire y piense. Esto además de apestar a corrupción, es burdo.<

Lo invito a un café en la futura costanera abierta a los ciudadanos sin el T2. Hasta la VISTA, es decir, hasta SIEMPRE.