Valparaíso

Una merluza en la Plaza Cívica

(Por Roberto Córdova)

Una zona de alto tráfico en Valparaíso es la calle Bellavista. Pegada a ella está la Plaza Cívica. Allí suelen concentrarse personas por diversas demandas y actos políticos. Allí también suelen realizarse ferias variopintas. Pero desde ayer y hasta mañana jueves, unas mesas con sus respectivos comensales y una carpa que oficia de cocina le dan vida a una actividad organizada por el Sindicato De Rivera.

Este sindicato reúne a veintitantos socios, que son los que sobreviven al proceso de salida desde los recintos de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), ocurrido hace cinco años. En aquellos tiempos De Rivera contaba con 120 socios, y era uno de los sindicatos de la famosa Caleta Sudamericana que albergaba a 540 pescadores. Ésta fue clausurada por EPV a propósito de la implementación del controversial Terminal 2 del puerto. La promesa de reubicación hecha por EPV aún sigue pendiente.

La sobrevivencia de estos hombres de mar es dura. A todos los problemas originados por la pesca industrial: exterminio de especies, traspaso de límites en millas asignadas, contaminación, etc., a la falta de acogida por parte de las autoridades del aparato estatal, deben sumar la falta de caleta propia. Sí, son pescadores que no tienen caleta. Así de adverso.

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Ildefonso Salazar (pechera roja) y Jorge Cáceres (chaqueta celeste)

Micrófono en mano, Jorge Cáceres, secretario del sindicato, invita a los transeúntes a pasar a comer una merluza con agregados. Mientras tanto, Ildefonso Salazar, presidente del mismo sindicato, fríe las pescadas. Los sacamos un rato de sus funciones para conversar sobre esta actividad, pero terminamos conversando sobre su drama.

Ilde, como lo llaman sus compañeros, dispara primero: “Acá estamos, vendiendo pescado frito en la calle porque no tenemos caleta donde poder siquiera realizar una actividad como esta. Tenemos poco menos que andar mendigando permiso para trabajar en la calle. Nos costó mucho conseguir este permiso, y casi dos meses el permiso para instalar un puesto en las ramadas del Alejo Barrios. Como los pescadores somos porfiados, le sacamos el sí a la autoridad y así poderle dar una alternativa a nuestros compañeros. Usted sabe que la merluza está en veda, no todos los botes tienen permiso para trabajar la merluza en las otras temporadas, la jibia se pierde hasta 7, 8, 9 meses. No hay recurso para el pescador. Los que no saben hacer otra actividad que no sea la pesca, la pasan mal”.

La pregunta surge inevitable: ¿cómo hacen en estos cinco años para ejercer su actividad si no tienen caleta?

“Como los gitanos. Yo soy pescador activo. He andado en Lebu, en Quintero, en Portales. Donde nos permiten trabajar, trabajamos. No todo el tiempo nos acogen con buenas vibras, como compañeros. Entre las caletas existe mucha rivalidad. Si usted no es de ahí, lo denigran a uno. Verdaderamente, andamos como los gitanos”.

Nos cuenta Ilde que “EPV, que es el de mayor responsabilidad en la solución al problema de la falta de caleta, anda poniendo puros parches y gastando plata en cosas provisorias; pero nosotros necesitamos una respuesta definitiva a los pescadores del la ex Caleta Sudamericana”.

En este punto interviene Jorge Cáceres para recalcar que “EPV tiene un contrato con dos organizaciones, una de las cuales es el Sindicato De Rivera. En él se asegura que los pescadores tendrán igual o mejores condiciones laborales al salir de la Sudamericana. EPV no ha cumplido este contrato. Por eso estamos tratando de unir fuerzas con los otros sindicatos para lograr que se cumpla ese acuerdo y el estado le construya una caleta a los trabajadores de la ex Caleta Sudamericana”.

pescadores2Llegan más comensales. No queremos interrumpir las labores de Ilde y Jorge. Nos comprometemos a hacer un reportaje que releve las causas del problema y explore en las soluciones posibles. Al fin y al cabo, se trata de muchas familias que dependen de dichas soluciones.

Por ahora, usted tiene la posibilidad de aproximarse a la Plaza Cívica, mañana jueves, entre las 12:00 y 16:00 horas, a disfrutar una rica merluza con agregados, y si anda por las ramadas del Alejo Barrios, pasar por su pescada al puesto que tendrá el Sindicato De Rivera. Será su aporte al esfuerzo de estos viejos lobos marinos que el Estado no termina de darles respuesta y que son víctimas, como muchos trabajadores chilenos, del despiadado arrase de la política neoliberal.

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