Esta vez fueron vecinos directamente afectados por el acopio de alrededor de 400 containers frente a sus departamentos en Av. Errázuriz en la semana de Fiestas Patrias, quienes pusieron una acción judicial en contra de la EPV. Acusan daños a la salud por ruidos molestos especialmente por el trabajo nocturno.

Podríamos decir que este es el primer recurso de protección interpuesto por vecinos directamente perjudicados, y un claro ejemplo de lo que podría venir a futuro si se materializa el T2 en otros muchos vecinos quienes también se verán afectados por el efecto de concha acústica que produce nuestra condición de anfiteatro. Recordemos que los puertos eficientes trabajan indistintamente en horarios diurnos o nocturnos.

Es absolutamente reprochable la respuesta que dio el presidente de EPV, Raúl Celis, quien traspasó la responsabilidad a los propios vecinos «por vivir frente a una zona portuaria». Las ciudades puerto del mundo hace años que vienen trabajando en mejorar la relación ciudad/puerto, sin embargo la EPV continúa con una mirada retrograda, propia del S.XX.

No es así como EPV solucionará sus problemas, pues hará justamente todo lo contrario: ponerse más piedras en el camino. Los vecinos, en cambio, no están en contra de la expansión portuaria, pero sí quieren buenos diseños de puerto.