Si algo dejó muy en claro  la reciente Encuesta CEP es que ha fracasado totalmente la vieja política del «chorreo» impulsada por la derecha y representada hoy por el Gobierno de Sebastián Piñera.

El Jefe de Estado y sus ministros han machacado desesperadamente que la economía marcha como avión, con cifras de crecimiento superiores al 4 por ciento y que esto traerá más empleo y que los chilenos y chilenas vivirán «tiempos mejores».

Pero estos utópicos deseos chocan brutalmente con la realidad. Los chilenos ya no comulgan con «ruedas de carreta». Encuesta tras encuesta han dicho que no creen ni una palabra de lo que dicen Piñera y sus secuaces. Los chilenos hoy ven con preocupación que el cacareado crecimiento económico es sólo para los ricos, que frente a las escandalosas utilidades de los empresarios, surgen los miles de despidos en el sector público y en el privado, aumentando dramáticamente el desempleo. Observan también que los salarios siguen bajos, mientras las AFP y las Isapres siguen esquilmando a la clase media y los pobres. Y qué decir de los jubilados, que continúan sufriendo con pensiones de hambre.

Entonces, la reciente encuesta CEP deja al desnudo a Piñera y a toda la derecha. Un 57 por ciento piensa que la situación económica del país «no cambiará» el próximo año. Es decir, no cree para nada que llegarán los famosos «tiempos mejores» prometidos por la derecha.

Un 53 por ciento considera que Piñera ha conducido el país «sin destreza ni habilidad». Un 50 por ciento expresa que el actual Presidente «no le da confianza» y un 67 por ciento lo considera «lejano». Finalmente, un exiguo 37 por ciento apoya a Piñera y un 39 por ciento rechaza su manera de gobernar. El peor momento de Piñera, según la CEP.

Pero la encuesta que más le duele a la derecha viene de sus propias filas: la encuesta Cadem, encabezada por Roberto Izikson, quien fue asesor de Piñera en su primer gobierno. Esta encuesta sepulta «los tiempos mejores» de una manera rotunda. Dice que sólo el 23 por ciento cree que está mejor hoy que con Bachelet. Un 62 por ciento piensa que el país está estancado y un 61 por ciento considera mala o muy mala las expectativas de empleo en el país.

Finalmente, la última encuesta Adimark muestra que el rechazo a Piñera subió a un 49 por ciento y su apoyo llegó al 44 por ciento.

Hasta aquí las fuerzas progresistas y de izquierda pueden aplaudir por el fracaso de la derecha demostrado en estos momentos por las encuestas y celebrar por cada una de ellas que revela el desapego de los chilenos con la derecha. Pero eso no basta. Eso es ver cómo el adversario se tropieza y cae solo, sin que nosotros hagamos nada.

Entonces, no basta con mirar y regocijarse con el fracaso derechista. Es hora de actuar. Resulta urgente levantar un proyecto transversal, amplio y unitario, con generosidad y voluntad política, que involucre a todas las fuerzas posibles para derribar el modelo neoliberal en Chile. Esa es la tarea del momento.