Tras 20 años, la Municipalidad de Valparaíso adquiere nueva flota de aseo, además de comprometerse a recuperar 40 microbasurales, cambiar las rutas de los camiones recolectores y lanzar una aplicación móvil que permita que la ciudadanía siga el sistema de aseo.

En vista de lo cuantioso que resultaba ser un régimen de aseo dejado por la administración anterior, consistente en arrendar vehículos para las diversas tareas de aseo, la Alcaldía Ciudadana invirtió más de 520 millones de pesos, que en períodos anteriores iban a bolsillos de privados, para la implementación de una flota de aseo conformada por 21 vehículos: tres camiones tolva, cuatro camiones planos, cuatro camionetas “porter”, ocho camionetas 4×2 y dos camionetas 4×4.

Además de este gran aporte, el municipio porteño implementará este año un novedoso plan de aseo, el cual nace tras realizar un estudio de campo que arrojó la realidad de la recolección de residuos domiciliarios en la comuna, los puntos con mayor producción de basura y los tonelajes diarios retirados, entre otros aspectos. Con esto se establecieron estrategias para generar eficiencia y eficacia en esta área.

Se debe señalar que actualmente el Departamento de Aseo del municipio divide la ciudad en tres cuarteles: Barón (Esperanza a Rocuant), Cárcel (Ramaditas a Cordillera) y Lúcumos (Playa Ancha y Laguna Verde). El resto, es decir plan porteño y Placilla, se encuentra en manos de la empresa Cosemar.

El estudio arrojó que diariamente en Valparaíso se recolectan 330 toneladas de basura diaria, con 37 rutas diarias, siendo el cuartel Barón el que recolecta la mayor cantidad de desechos domiciliarios en la comuna, puesto que se atiende a 38.072 viviendas, distinto es la situación de Cárcel donde se atienden 19.705 residencias y Lúcumos con 20.742 hogares.

Con el nuevo mapa de los lugares con mayor producción de basura domiciliaria, se destinará de una manera más eficiente el retiro. Además, el plan de aseo 2019 presenta el 40/40/40, según explicó el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, quien detalló que “vamos a eliminar 40 microbasurales para convertirlos en 40 espacios públicos y 40 puntos limpios de reciclaje, además nos hemos propuesto la tarea de reducir las 330 toneladas de basura que al día se generan en la ciudad y esperamos que durante los próximos meses de Valparaíso cada vecino tenga en su celular una aplicación que le permita manejar el servicio de aseo de la municipalidad”.

Uno de los vecinos que participó de la presentación del nuevo plan fue Gustavo Labra, quien se mostró muy contento y agradecido con esta nueva iniciativa. “Hacía falta, había mucha falencia acá en Valparaíso, sobre todo con respecto al aseo. Ahora me imagino que con esto se va a mejorar un 100% la calidad de vida”. Sin embargo, comentó, “nos falta cultura ambiental. Yo estuve en Santiago, en La Legua, y nos explicaban de que de chiquititos a los niños les enseñaban cultura ambiental, ahora tienen 20 o 25 años y en las casas tienen hasta recipientes para reciclar la basura y aquí en Valparaíso colocan recipientes y se los roban, así que falta cultura ambiental”.

APLICACIÓN WEB

La idea de esta aplicación web es permitir que las porteñas y porteños se conviertan en los “inspectores ciudadanos” del aseo en Valparaíso. Van a poder hacer seguimiento a la ruta de los camiones recolectores, hacer denuncias sobre personas que estén botando basura donde no corresponda, informar de la generación de microbasurales y anticipar cuando las bateas o nuevos puntos limpios, por ejemplo, estén a punto de llenarse.

El encargado de Operaciones del Municipio de Valparaíso, Patricio Cáceres explicó que “será importante que cada uno de los habitantes de la ciudad indique su dirección para que les llegue un aviso 20 minutos antes de que pase el camión, permitiendo así que ellos puedan entregar su basura en la mano del operario, tal como indica la ordenanza”.

PRESUPUESTOS

Además, Cáceres detalló que «los contratos que se pudieron renegociar han permitido un ahorro sustancial. Podemos decir que camionetas como las que tenemos aquí hoy día estaban con un contrato por cinco años y en cada año pagábamos 13 millones de pesos, siendo que el precio de cada una de ellas es de 13 millones de pesos. Es decir, cuando sacamos las cuentas, te das cuenta que el negocio no estaba puesto en beneficio de la comunidad, sino en los operadores de esos contratos”.