“Durante estos meses se han implementado distintos canales de comunicación para asegurar de que todas y todos aprendan; los docentes y estudiantes han debido flexibilizar sus hábitos de enseñanza y aprendizaje, lo que en algún momento tendrá efectos positivos en las capacidades de adaptarse a situaciones diversas”, comenta Dominique Ziebold, gerenta de la editorial Ziemax.

Sin embargo, agrega, se debe tomar en consideración que las desigualdades en el entorno educativo chileno es reflejo de lo que ocurre a nivel global en nuestro país. “Es un tema que ha venido siendo arrastrado durante décadas, sin encontrar soluciones reales y efectivas que apunten al fondo de la inequidad socioeconómica, con todas las variables implícitas que perjudican, entre otros, al acceso a la tecnología que les permita a los estudiantes seguir las clases online”.

Sobre la factibilidad de sacar el año escolar adelante, la experta en Educación señala que la mayoría de las escuelas ya ha instalado una manera de funcionar desde la virtualidad, por lo que el proceso de aprendizaje se ha seguido gestionando. Sin embargo, “la presión por la certificación de los contenidos es un tema distinto y, en esa dirección, consensuamos en lo favorable que sería instalar la promoción automática en este año,debido a la dificultad del rescate de evidencias del aprendizaje en la situación actual”, enfatiza.

Para Dominique Ziebold, “el escenario ideal apunta a la instalación de insumos básicos que aseguren el acceso universal a la educación virtual y que impliquen cambiar el modelo tradicional de enseñanza y aprendizaje”.