José Miguel Espinoza Maldonado, trabajador, ingeniero de profesión y estudiante -endeudado como miles de chilenos y chilenas-, actualmente cursa la carrera de Derecho. Padre de dos hijos, “quienes son mi mayor motivación para mantener la lucha social”, nos cuenta que es dirigente sindical y miembro del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso desde hace ocho años, de la Decimocuarta Compañía de Bomberos, ubicada en el cerro Placeres.

Desde los cinco años y hasta hace poco tiempo atrás, vivió en el segundo cerro más grande de Valparaíso, el cerro Placeres, en el sector de Las Palmas. “Vengo de la punta del cerro, como se dice coloquialmente, y estoy muy orgulloso de eso, ya que me mostró la realidad que se vive y esto mismo me dio la fuerza para salir adelante”, agrega.

Hoy, José “Chico Bueno” Espinoza es precandidato independiente a la Convención Constitucional. El 15 de noviembre lanzó su campaña en una olla común de su barrio, “porque esa es la realidad que conozco, esa del hambre que nos hace luchar, y con los mismos que luché en la calle”, destaca, “porque quiero mostrar la realidad de mi pueblo. No solo debe haber técnicos en la Constitución, también debe representar a todos y todas con sus vivencias, ser las voces de los excluidos, los sin apellido rimbombante, los kiltros de la calle, los sufrientes”.

Estas son las voces que quieres plasmar en una nueva Constitución, pero, ¿cómo esperas conseguir esto?

– Como candidato independiente, queremos lograr una opinión vinculante de los territorios del distrito, con el objetivo que cada cual sea parte de este momento histórico, por eso nos encontramos respaldados por quienes realmente saben y quieren mejorar nuestra sociedad, dentro de los cuales están grupos sociales, ollas comunes, juntas de vecinos, agrupaciones culturales y así, con la opinión de las asambleas y cabildos.

Las opiniones que ellos expresen es lo que nos mueve y nos da fuerza para que se hagan realidad, porque cada uno se lo merece, cada persona merece tener un trato digno e igualitario, sin discriminaciones. Como candidato independiente y nuestro equipo, hemos dejado los pies, las vidas, la libertad en las calles, y ahora estamos enfocados en poder apoyar a quienes lo necesiten, a través de ollas comunes u otras actividades, haciendo lo que el gobierno no ha sido capaz de lograr.

Para ser candidato independiente existe un sinnúmero de dificultades…

– En primer lugar, como es conocimiento de todas y todos, la dificultad propia del actual proceso de elecciones para constituyentes, esto en virtud de la ley 21.200, que modifica el capítulo XV de la Constitución Política de la República, en base a los procesos de reforma de la misma y del procedimiento para elaborar una nueva, que cuenta con principios poco democráticos, en las cuales quienes siempre hemos sido excluidos y olvidados lo seguiremos siendo, ya que, para poder postular como independiente, necesitamos un capital inicial muy alto solo para la inscripción de la candidatura. Esto corresponde a aproximadamente tres millones de pesos, solamente para incurrir en gastos de notaria por concepto de legalización de firmas, que equivale a aproximadamente 1.443 firmas para el distrito 7.

Los ciudadanos tienen un descontento general con los actuales políticos de nuestro país, por lo que no quieren que estas mismas personas participen y construyan la nueva Constitución. Aquí es donde gana posición el candidato independiente, más aún una persona que tiene cercanía con ellos, que se preocupe realmente de los intereses y necesidades de ellos, donde el propósito final sea la construcción de sociedad igualitaria y justa. Esta ventana de participación nació por quienes no soltamos las calles por meses, por quienes perdieron sus vidas por sus ideales, por quienes aún se encuentran privados de libertad. Esto no fue gracias a ningún pacto ni acuerdo político.

Aún existen bastantes dudas respecto de quiénes podrán tener alguna posibilidad de integrar la Convención Constitucional…

–  Una dificultad que se enmendó en parte por los legisladores, previo al mediático Acuerdo por la Paz, dice relación con la paridad de género, lo cual es histórico a nivel mundial, contando con escaños reservados. Sin embargo, quedamos al debe hasta el día de hoy con nuestros pueblos originarios, y un sector bastante olvidado en las políticas públicas, que son las personas en situación de discapacidad, según nuestras convicciones de igual manera debe asegurarse su participación en la redacción de la actual Constitución.

¿Qué propuestas concretas llevarás a la Convención Constitucional?

– A decir verdad, las propuestas tienen directa relación con las necesidades de los ciudadanos, que son a quienes realmente tenemos que escuchar. Esto lo hacemos con calma, para poder recopilar la mayor cantidad de pretensiones. Parte de esta recopilación de información la estamos haciendo a través de ollas comunes, actividades sociales y demás iniciativas que contemplan escuchar a los más vulnerables. El Estado debe ser de carácter participativo, y esto implica tener una participación activa en la toma de decisiones trascendentales de nuestro país. En la actualidad no existe representatividad con los actuales parlamentarios, ya que están alejados de la realidad, son incapaces de mencionar problemas verdaderos y contingentes, porque ellos siendo parlamentarios, perteneciendo al Poder Legislativo, nunca les ha faltado nada.

Faltan más personas comunes y corrientes, personas del pueblo, personas que viven diariamente los problemas cotidianos. ¡Estas personas son las que faltan en el Poder!

Creemos que hoy en día, nuestra actual Constitución le entrega una multiplicidad de facultades al Presidente de la República, ya que tiene mucha intervención en la formación de leyes, por ejemplo, como lo es el veto, pensamos que debe existir una regulación diferente, en donde exista una real división de poderes.

En el ámbito económico, somos partidarios de instaurar un sistema de bienestar como lo han logrado múltiples naciones, en donde exista una elevada participación del sector público, y que esta controle sectores estratégicos. Con esto logramos una mejor distribución de las riquezas que administra la Nación, con lo cual mejoraremos las condiciones socioeconómicas de la población. El Estado debe ser responsable de cubrir los derechos sociales de las personas, este es su deber, pero ciertamente esto no ocurre.

¿Crees que esto puede ser posible en una discusión constituyente de menos de un año?

– Creo que sí es posible, es un proceso que comenzamos el lunes siguiente al triunfo en el plebiscito. Esto es producto de un trabajo anterior, mucho antes del 18 de octubre, hemos pasado mucho tiempo en las calles, como personas anónimas, que forjamos una red de apoyo para los ciudadanos que lo requieren, donde recopilamos la información para saber cuáles son sus necesidades. Dimos por años una lucha en silencio, y creo que merecemos esta oportunidad, una oportunidad que comenzamos en la calle, siendo víctimas de violencia, apremios ilegítimos y amenazas por los agentes del Estado.

Quisieron silenciarnos, callarnos, oprimirnos, pero aquí estamos con más fuerza que nunca, con el apoyo incondicional del pueblo. Mis hijos, nuestros hijos e hijas, los hijos de quienes perdieron a sus padres producto de la revolución de octubre pasado merecen tener un futuro con igualdad de condiciones, merecen trabajos y educación digna, pero que esto no conlleve no vivir endeudados.

Ahora es el momento de generar estos cambios para el futuro de todos.