Cualquiera que sea tu bandera política, ideológica, religión, raza o posición social, nuestro deber como ciudadanos del mundo es cuidar el entorno en el que vivimos, es decir, el medio ambiente. Mucho ya hemos hablado y publicado al respecto, pero no solamente es leer una opinión esperando que los demás pongan un granito de arena por nosotros. Es imperativo y urgente que los gobiernos de turno empiecen a obligar a las instituciones educacionales a que dentro de su malla académica implementen el ramo de Educación Ambiental, además, en casa tenemos el deber de informarnos al respecto para empezar a crear conciencia con nuestros hijos e hijas desde pequeñitos.

Expertos sobre el cambio climático (IPCC), en un debate realizado en Mónaco a finales del año 2019, llegaron a una conclusión plasmada en su “Informe Especial sobre Océanos y la Criósfera en un Clima en Cambio” al evaluar más de siete mil artículos científicos, compuestos por 104 autores de más de 36 países deduciendo que:

1) Los océanos, hielos y nieve de la tierra están siendo seriamente transformados y su causa principal es el calentamiento global. El calor provoca el derretimiento de capas de hielo en Groenlandia y Antártida, lo que libera más de 400 millones de toneladas de agua al año. A esto se suma el hecho de que, a través del calentamiento de los océanos, las aguas pierdan oxígeno y se vuelvan más ácidas, lo cual muchos habitantes del planeta no tienen idea.

2) El aumento del nivel de mar es cada vez más acelerado. Si hoy aumenta a una tasa de 3,6 milímetros al año, los científicos estiman que la tasa crecería cuatro veces más a fines de siglo con 15 milímetros por año. Para entonces, los mares habrían crecido un total de 84 centímetros. Si el mundo redujera inmediatamente las emisiones de gases de efecto invernadero, los científicos estiman que el aumento de nivel del mar se podría limitar a 43 centímetros. En el informe también advierte que fenómenos como alturas extremas del mar en ciertos lugares serán cada vez más recurrentes. Esto puede provocar que algunos países insulares se vuelvan inhabitables.

3) Los glaciares perderán más de un tercio de su masa producto de las emisiones de gases de efecto invernadero, reduciendo el suministro de agua para las personas que dependen de ello. Glaciares en Europa, en el este de África, en la Cordillera de los Andes y en Indonesia pueden perder más del 80% de su masa para fines de siglo.

4) Entre el 84% y el 90% de las olas de calor marinas son directamente atribuidas al calentamiento global, lo cual, combinado con una excesiva sobrepesca, ha reducido el número de peces en el mar. Las criaturas marinas se están moviendo y buscando nuevas áreas, a un ritmo de 5 kilómetros al año. La masa total de animales en los océanos está en descenso y esto afecta el potencial de pesca. El calor también provoca una disminución en el PH del agua, lo que también aumenta la acidez del océano. Para mediados de siglo, hasta el 80% de la superficie superior de los océanos perderá oxígeno. Incluso, en un escenario optimista, donde se cumpla la meta del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5°C, casi todos los arrecifes de coral estarían en riesgo de extinción, lo que pondría en peligro de desaparición a millones de especies marinas, perdiendo así la humanidad una fuente importante de alimentación.

5) Los cambios en los océanos tienen efectos en eventos climáticos extremos, los que aumentarán en intensidad si no se reducen las emisiones globales. Ciclones, lluvias intensas, vientos fuertes, todo es esperable que aumente.

En este punto, hay información que concierne directamente a Chile: los ciclos conocidos como «El Niño» y «La Niña», que marcan la variabilidad climática del océano Pacífico y afectan a nuestro país, por ejemplo, se volverán más extremos, intensificando los peligros que conllevan. En Latinoamérica esto se traduce en una prolongación de sequías (las cuales ya las hemos sentido durante los últimos siete años) y, por otro lado, hay lluvias intensas en zonas que jamás fueron así.

6) El descongelamiento del permafrost, capas del suelo que están congeladas, pero no siempre cubiertas de hielo o nieve. El deshielo es un fenómeno que libera grandes cantidades de dióxido de carbono y metano a la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global. Actualmente, el hielo del Ártico se reduce un 13% cada década y se espera que desaparezca por completo durante algunos veranos si el calentamiento global llega a los 2°C desde niveles preindustriales.

Empecemos este nuevo año 2022 dejando de lado nuestros malos hábitos de cultura ambiental, creemos propósitos reales, el planeta es de todos, tenemos el deber de cuidarlo y protegerlo. Nunca es tarde para empezar a generar cambios y para esto debes informarte con gente capacitada sobre el tema como R-Acciona, que es una empresa con suficientes capacidades de entregar enseñanza al respecto.

Sanar al mundo, hacerlo un lugar mejor para ti, para mí y la raza humana entera… (M. Jackson)

Gina Landázuri Cantos
Periodista
R-Acciona