Esta iniciativa municipal se desarrollará durante todo el año en diversos espacios de la ciudad.
Después de dos años de receso producto de la pandemia, la Municipalidad de La Calera comenzó a ejecutar cerca de 20 talleres a 19 centros de madres de la comuna.
En una ceremonia realizada en los jardines del edificio consistorial, se desarrolló el lanzamiento de esta iniciativa municipal contando con la asistencia del alcalde de La Calera, Johnny Piraino, el delegado presidencial provincial, José Orrego, concejales, entre otras autoridades locales, quienes destacaron el regreso de este programa, que no solo apunta a tener un eje formativo, sino también a que las socias de los clubes beneficiados puedan compartir e intercambiar experiencias.
Todos los talleres se realizan aplicando las medidas de prevención Covid-19 y apuntan a brindar espacios de encuentro y entretención para las participantes, así lo manifestó la presidenta de la Unión Comunal de Centro de Madres, Patricia Vega, “esta es una excelente instancia, nosotras llevábamos dos años de inactividad y dos años que para nosotros fue terrible porque nos juntábamos todas las semanas, entonces estar sin esa actividad fue secuela de muchas depresiones y ansiedades. Ahora estamos retomando esta nueva realidad, hay que cuidarse y aprovechar esta oportunidad y agradecer al Municipio porque no en todas partes se da que la gente tenga acceso a talleres de distintas manualidades”.
El delegado municipal provincial, José Orrego, destacó que el Municipio calerano se preocupe de brindar instancias y oportunidades a las diferentes organizaciones de la ciudad, como es el caso de los centros de madres “hago una altísima valoración porque se vuelve a recomponer el tejido social, después de dos años de pandemia en que la gente la pasó mal, se nos fue un ser querido, hubo problemas de salud mental, el reencuentro de la comunidad en este tipo de instancias es un autocuidado permanente a las personas y felicito al alcalde que a través de estas ceremonias tan alegres, les permite dar un cariñito a la comunidad y también es una forma de hacer política pública para tener comunidades más felices, más alegres y que mejoren su calidad de vida”.
