Difícil tarea tiene Unidad Constituyente. En sus espaldas carga una suma de desaciertos en el intento de convertirse en alternativa política líder del país.
No son la única coalición que ha tenido problemas o que se ha autoinfringido inimaginables lesiones a sus posibilidades. Pero, hoy por hoy, nadie la supera.
Veamos. Ya en el 2017 su antecesora, la desfalleciente Nueva Mayoría, no fue capaz de generar un proceso formal como son las primarias presidenciales. Guillier y Goic (y sus partidarios) no fueron capaces de convenir reglas compartidas. Uno confiaba en su situación en las encuestas y la senadora en recuperar el protagonismo centrista. El naciente Frente Amplio estuvo a punto de vencerles. Salvaron hasta la 2da vuelta. El resultado final lo sabemos.
El 24 de enero de este año, la DC eligió en una primaria participativa a su candidata presidencial, la senadora Ximena Rincón. Se impuso con claridad al exalcalde Undurraga. 60% de los poco más de 27 mil electores que le dieron el triunfo. Una semana después, con 13,5 mil participantes, fue le turno del PPD. El excanciller Muñoz (54%) venció al mediático al exministro Francisco Vidal (43%) y al diputado Tarud (3%).
Los socialistas levantaron una candidata sorpresiva. Paula Narváez, autoridad de la última parte del segundo gobierno de Michelle Bachelet, hizo una aparición auspiciosa. El solitario radical Carlos Maldonado también levantó su postulación.
Luego se desencadenó una seguidilla de errores no forzados de la coalición. Los resultados municipales y de constituyentes envalentonaron a los socialistas. Se aventuraron en una fracasada primaria unitaria.
En esa vuelta, Heraldo Muñoz, ante los debilitados apoyos internos y un estancamiento en las encuestas, abdicó de su candidatura y respaldó a Narváez. La decé se operó quirúrgicamente de su candidata electa en primarias partidarias, a la espera del “sí” de la senadora Provoste. Finalmente, quedaron todos fuera de las primarias legales (otra vez).
Hace unos días, en una nueva decisión tardía, convinieron otra primaria convencional (no regulada ni apoyada por el Estado). Sin franja televisiva ni instalaciones, en tres semanas esperan dar vuelta el tablero. Parece imposible. Acercarse siquiera a la primaria de la izquierda, ni imaginar.
Quien luchó por más de una década por realizar primarias legales en la práctica renunció a ese mecanismo. Lo reemplazó por la dedicación enfermiza a las encuestas. Pero no sólo eso. Abandonó la construcción de proyectos políticos colectivos y que sus liderazgos fueran fruto de ese proceso. Descansó en los ratings mediáticos y en el aplausómetro que, como sabemos, es muy veleidoso.
Un dato curioso: los defenestrados ganadores de primarias, Ximena Rincón y Heraldo Muñoz, solo un par de meses atrás contaban con el mismo respaldo del reciente gran triunfador de las Primarias más concurridas de la historia, Gabriel Boric.
El pronóstico del oráculo de las encuestas da triunfo holgado a Provoste. Antes de tres semanas lo sabremos.
Marcelo Belmar Berenguer
Doctorando Cs. Sociales. en Desarrollo Local, Universidad de Valencia
Académico Universidad Central
Categories: Sin categoría
























