Se convencen entre ellos de que «la esperanza ha triunfado». Lo cierto y concreto es que los partidos políticos «oficialistas» más la Democracia Cristiana negocian y acuerdan un pacto electoral para las elecciones primarias municipales el próximo mes de julio -denominado “Contigo Chile mejora”- que solo refleja la vigencia de una vieja política elitista, diseñada desde las cúpulas partidarias y muy en semejanza al «Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución» firmado un noviembre de 2019. Se repite la escena, partidos políticos firmando un pacto desde arriba para impedir y bloquear las expresiones políticas y sociales que nacen desde abajo. Abrazos y sonrisas de los impulsores de una democracia cercenada e insípida, obedientes a las políticas neoliberales de último medio siglo.
DE VUELTA AL PASADO
Son los partidos políticos tradicionales, responsables de la crisis de representación del sistema político chileno, los que pretenden mantener la «estabilidad neoliberal» desde el desprecio y la indiferencia hacia las identidades sociales, comunitarias, sindicales, territoriales, ambientales. Entre las 11 colectividades firmantes de dicho pacto, flamean las añosas banderas del PPD, el Partido Socialista, y ahora la Democracia Cristiana, quienes establecen un esquema electoral junto a unos entusiastas representantes del partido «Frente Amplio», quienes festejan desde la cómoda amnesia de lo que han significado dichos partidos tradicionales para la política chilena en las últimas décadas. Entre los eufóricos negociadores, se encuentra el secretario general del Partido Socialista, Camilo Escalona. Los 90 de la transición en su máxima expresión.
MAYORÍA 1 MÁS 1
Esos partidos quieren que aceptemos el argumento que, para frenar a la derecha, se hace necesario un nuevo duopolio, una «mayoría política» como la mera suma de partido 1 más partido 2. Sin esforzarse en comprender que la disputa con la derecha política, económica y mediática es desde la constante y persistente construcción de una mayoría social amplia, activa y participativa, que nace y se produce desde las expresiones populares y ciudadanas.
LOS PROMOTORES DEL ABANDONO DE VALPARAÍSO
En Valparaíso, dichos partidos pretenden que olvidemos. Las y los precandidatos de los partidos Socialista, Demócrata Cristiano, FVRS, Liberal y Convergencia Social (el partido del Presidente de la República) se alinean para disputar y en oposición a la actual Alcaldía Ciudadana; pretenden que ignoremos que significó la Democracia Cristiana para nuestra comuna y justificar una primaria con el partido que originó un manejo desastroso de los recursos financieros; déficit municipal de miles de millones,: nocivos y perjudiciales “contratos de servicios”, evasión en el pago de imposiciones para cientos de trabajadores, usurpación y despojo de bienes inmuebles, y solo por nombrar algunas de las «gestiones» de los alcaldes de la Democracia Cristiana en Valparaíso. Todo desde la complicidad silenciosa con los partidos de derecha porteña y de la «vieja» Concertación. Los mismos partidos que ahora quieren volver.
En Valparaíso no olvidamos, debemos defender lo logrado desde la Alcaldía Ciudadana, desde la vinculación con las comunidades y territorios. Dar a conocer que la vieja política ya no tiene cabida en Valparaíso, aunque se vista de oveja.
Concejal de Valparaíso

