La Filosofía está compuestas por varias e importantes disciplinas o ramas, entre las que se destacan la Ética y la Estética, conceptos de muy larga data que han acompañado en forma permanente a los seres humanos, ya sea en su desarrollo individual como social; lo que hace pensar que ambas tienen mucho que ver con el sustento que históricamente han entregado a las muchas facetas del ser humano que imperativamente las requiere, sin las cuales este ser humano habría tenido grandes dificultades para superar las etapas primarias de su desarrollo y convertirse en el ser que actualmente conocemos.
Como podemos entender, Ética y Estética tienen una marcada influencia en la vida cotidiana de las personas, manteniendo una interrelación que tiene como punto de unión el arte en su máxima expresión.
La Ética tiene que ver con el estudio de los principios de la moral y la acción humana; mientras que la Estética tiene por objeto el estudio de la esencia y la percepción de la belleza como aproximación al arte.
Para el hombre común, como pareciera ser, el término ética resulta mucho más cercano a su entendimiento que el término estética. Por lo tanto, pondré un poco más de énfasis en la entrega de algunos datos o referencias relacionadas con la estética para ver la forma de captar la interrelación que pudiera existir entre ética y estética.
Para comenzar, resulta obvio señalar que ambas disciplinas tienen como objetivo principal la conducta de las personas (acción moral) y de cómo dicha conducta se orienta tras la búsqueda de la belleza mediante el arte, teniendo en vista los principios y las acciones realizadas por este ser humano para ir al encuentro de un fin que, más que material -finito- es uno que tiene características universales o metafísicas, el que se mantiene sin sufrir cambios en el tiempo y que, sin duda, se mueve en el ámbito de lo ético y de lo estético.
La Estética en cuanto disciplina o rama de la Filosofía estudia el arte y su relación con la belleza, considerando su esencia (qué es), como también su percepción (donde se ubica), lo que da paso a la existencia de los valores estéticos, que son los que permiten juzgar si algo es bello o no, por ejemplo, lo sublime o lo elegante.
El punto de encuentro entre la estética y la moral lo percibimos cuando moralmente somos capaces de distinguir las acciones buenas de las malas, pues ya sabemos que siempre lo bello se ligará con lo bueno y lo feo con lo malo, generándose, por tanto, un juicio estético dado que la belleza es un concepto moral donde, por ejemplo, lo que es bello para una sociedad oriental puede ser feo para una sociedad occidental, con lo cual entendemos que la moral fija criterios estéticos.
Por consiguiente, se clarifica que la relación entre moral y estética se sustenta en los principios éticos que norman la acción social de la moral, las que, si se cumplen, podrían dar lugar a la percepción estética de una determinada acción respecto de un marco social establecido.
La estética se define como una teoría filosófica de la belleza formal y del sentimiento que esta despierta en el ser humano; perteneciendo a su razonamiento lógico y a los principios fundamentales inspirados por la ética y juzgados moralmente en la práctica social.
Finalmente, la Estética como rama de la Filosofía, indaga en el concepto de lo bello y analiza los factores que intervienen en la percepción humana para calificar algo como bonito o feo, lo que, como ya se dijo anteriormente, según sea el tipo de sociedad y su acción moral, convierte a la estética en un concepto alejado de la rigidez que variará según sea la cultura imperante en una sociedad determinada, donde lo bello no siempre será bello y lo feo no siempre será feo.

Silvio Becerra Fuica
Profesor de Filosofía
Villa Alemana
Categories: Valparaíso
























