(Por: Tamara Barría Brito, dirigente de la Junta de Vecinos N°33
y coordinadora de la Escuela Popular de Música)

Con una muestra musical que integró a niños, niñas, adolescentes y adultos, terminó el proyecto del Fondo de Iniciativas Culturales de Valparaíso (FICVAL) adjudicado a la junta de vecinos N° 33 del cerro Mesilla y desarrollado por la Escuela Popular de Música de Valparaíso, que benefició directamente a unas 25 personas provenientes del mismo cerro, de la población Valencia y de cerros tan alejados como Placeres y Barón, quienes viajaron cada semana hasta la sede vecinal 33 para recibir clases de música de manera gratuita. 

Al acto asistieron alrededor de 50 personas, entre ellas, Isaac Alterman, vicepresidente de la UNCO, y tres tesistas de pregrado interesados en la educación musical “informal”: Bastián Valenzuela, Gabriel González y Joselyn Gajardo. En colaboración con la Escuela Popular de Música, estos jóvenes desarrollaron su tesis y viajaron desde Santiago para entregar el resultado que les dio el título en la Universidad Silva Henríquez: una Guía de Apoyo para Educadores Populares Musicales.

Como siempre, las clases incorporaron todas las herramientas de trabajo, los instrumentos musicales y, gracias al financiamiento municipal, se sostuvo el trabajo de tres profesoras.

Dos de ellas, Libertad Tureo y Ayline Tapia, atendieron a unos 15 niños, niñas y adolescentes que se interesaron por conocer y desarrollar sus habilidades en la música. 

La escuela incluyó, por primera vez, clases de iniciación al canto para adultos. Constanza Otazo, especialista en composición musical, en canto y educación popular y socia de la junta vecinal del cerro Mesilla fue la docente, cuya inducción a la técnica del canto fue una oportunidad inigualable de autoconocimiento para los alumnos, quienes ahora tienen nuevas herramientas de expresión que podrán aplicar en su diario vivir. 

Vecinos, estudiantes y familiares pidieron a las profesoras dar continuidad a la Escuela, sobre todo por la necesidad de entregar oportunidades de desarrollo para los niños. Respondieron las docentes que gran parte depende del financiamiento, porque la seguridad laboral de los docentes permite mantener vivos proyectos como este.

FICVAL es un fondo otorgado por la Municipalidad de Valparaíso a iniciativas buscan fortalecer el bienestar de porteños y porteñas mediante el fomento del arte y la cultura.