
en mil nueve diecisiete
cuatro de octubre ciertamente
así m’informado yo
de noche al mundo llegó
por eso las hizo día
componiendo poesía
porque fue muy creadora
pasaré a contar ahora
algo de su biografía.
En San Carlos se crió
Ñuble y en calle Robles
Chillaneja fue esta noble
mujer que al pueblo cantó
con su canto interpretó
al obrero y campesino
la Viola nació con tino
se los puedo asegurar
fue buena pa’ improvisar
y cantó a lo divino.
(4 de octubre, 1917 – 5 de febrero, 1967)
A los doce años cumplidos
hizo sus primeros temas
por cierto rompió esquemas
con versos comprometidos
luego hace recorridos
por circos y cabaretes
y el año cincuenta y tres
canta en Radio Chilena
así descubre su vena
que la hizo grande después.
Comenzó a recopilar
a lo largo ‘e Chile entero
y rescató d’este suelo
el canto tradicional
cueca y lira popular
polcas también tonadas
que con fuerza acompañaba
tocando su guitarrón
entregaba el corazón
cuando las interpretaba.
En Polonia tan «nombrá»
la Viola también cantó
luego pa’ Francia cortó
y grabó un disco «encantá»
muy llena ‘e felicidá’
para Chile se regresa
d’entonces a grabar empieza
en discos la de montones
y así difunde’l folclore
por el mundo esta princesa.
Tenía buena sesera
fue tremenda creadora
ceramista, compositora
bordadora de arpilleras
estuvo exponiendo afuera
en Finlandia y Alemania
en la Francia y en Italia
donde fue bien recibí’a
la Viola fue muy querí’a
por su talento y su labia.
Tres años en ‘l’extranjero
Violeta permaneció
con sus hijos allá cantó
un hermoso trío hicieron
después regresa a su suelo
en La Reina residió
allí una carpa instaló
a’onde funda una peña
como ella era la dueña
ahí mismo se acurrucó.
Era de carácter fuerte
y llevada a su manera
con lo valiosa que era
fue muy autosuficiente
con su pueblo consecuente
y lo supo interpretar
ella cantó a lo social
denunció las injusticias
y se despidió de prisa
d’este mundo terrenal.
Un día cinco ‘e febrero
puso fin a su existencia
al pueblo dejó en herencia
su gran obra, por entero
en el mundo cual lucero
Violetita es conocida
en este penoso día
he querido recordarla
y también homenajearla
con mi humilde poesía.
Al fin el sesenta y siete
fue un año muy doloroso
el pueblo estaba lloroso
por esta trágica muerte
s’enlutaron de repente
guitarrones y guitarras
hasta los «puetas» chicharras
se dejaron de cantar
hubo duelo nacional
por la gran Violeta Parra.
Carlos Muñoz Aguilera
El Diantre

