En carta dirigida al alcalde Sharp, los comerciantes piden reunirse con el Concejo Municipal para exponer su situación y evaluar la posibilidad de abrir los locales “en un horario acotado al menos para poder servir la demanda existente en nuestra ciudad”.

El cierre de la Pérgola de las Flores a raíz de los últimos acontecimientos que ha vivido el país, partiendo por el denominado ‘estallido social’ de octubre de 2019 y ahora la pandemia de COVID-19 y cuarentena decretada para la comuna de Valparaíso, ha tenido como consecuencia, tal como ha ocurrido con gran parte del comercio de la ciudad, una considerable merma en los ingresos de los locatarios, particularmente en las últimas tres semanas desde que se decretara el confinamiento obligatorio, durante el cual se han visto obligados, incluso, a suspender el servicio de delivery.

A través de una carta dirigida al alcalde Jorge Sharp, los locatarios solicitaron una reunión con el Concejo Municipal para exponer su problemática, en busca de alguna solución. Como propuesta, plantean la posibilidad de abrir “en un horario acotado, al menos para poder servir la demanda existente en nuestra ciudad”.

Comprar flores podría no considerarse de primera necesidad, señalan los pergoleros, pero sí complementario al que prestan las funerarias y cementerios, en particular los cementerios 1 y 2 de Playa Ancha y de Disidentes en el cerro Panteón. “Obviamente no son un alimento”, agregan en la misiva, pero “para mucha gente que las demanda aun en estado de cuarentena, la gente muere y no puede juntarse, las flores en la actual situación se han convertido en mensaje de acompañamiento y consuelo a los deudos, familias, amigos y victimas que por las mismas razones sanitarias no pueden concurrir a funerales, por lo que su única forma de manifestarse es enviar flores”.

Al respecto, el alcalde Jorge Sharp sostuvo que “tenemos toda la disposición de colaborar. Con la pérgola hemos realizado un trabajo de recuperación del espacio público sistemática y sabemos de su aporte a la ciudad. Sabemos que la situación económica está cada vez más complicada, hay que buscar formas innovadoras para que puedan obtener ingresos. Sin embargo, el problema de fondo es que el Estado ha impulsado instrumentos, como el Fogape, de apoyo económico a este tipo de emprendimiento que no ha dado el ancho. Para el Gobierno son invisibles, para nosotros parte de nuestra economía local”.