[OPINION] “La opción nuclear financiera China» en respuesta a la guerra de Donald Trump (por Alberto Pizarro)

Las relaciones entre China y Estados Unidos pasan por su peor momento desde 1979, luego que el presidente Donald Trump ordenara a las empresas de su país finalizar operaciones con Tik Tok y Wechat dentro de los próximos 45 días. Lo anterior en el marco de una guerra, que en sus inicios fue de carácter comercial, pero que en la actualidad obedece más bien a una de orden multidimensional, ya que abarca un amplio espectro de escenarios como, por ejemplo, el área espacial, donde ambas potencias se están disputando el establecimiento de misiones en Marte y la Luna. Así también está el hecho de la venta de armas a Taiwán por parte de la administración Trump, por un valor estimado de 2.200 millones de dólares, la que fue aprobada por el Pentágono el pasado 9 de julio.

Dentro de este mismo ámbito podemos señalar las múltiples disputas territoriales en el mar de China meridional, las que han causados evidentes fricciones diplomáticas entre las dos potencias, fricciones que han culminado con los cierres, de forma recíproca, de consulados de ambos países en sus respectivos territorios.

Lo anterior nos lleva a preguntarnos: ¿qué busca Donald Trump con todo esto? Saber a ciencia cierta qué pasa por la mente del mandatario estadounidense es sumamente complejo, pero una aproximación relativamente cercana podría ser el hecho de que Trump trata de mostrar una faceta más dura para ganar popularidad antes de las elecciones presidenciales en el mes de noviembre, ya que las últimas encuestas lo muestran muy por debajo de su contendor Joe Biden.

Es en este contexto, y sumado al hecho de que en cada movimiento que da Trump presiona cada vez más a China en diferentes áreas, que el gigante asiático podría responder con la denominada “opción nuclear” en el plano financiero, la que básicamente consiste en deshacerse de parte de los US$ 1,1 billones en bonos del Tesoro de Estados Unidos que posee, ya que China es el mayor acreedor del gobierno estadounidense. De suceder esto, el precio de los bonos colapsaría, lo que elevaría las tasas de interés y provocaría que los costos de los préstamos estadounidenses se disparen, aumentando el precio de la deuda corporativa, las hipotecas y los créditos de consumo, frenando el crecimiento económico de Estados Unidos. Asimismo, la divisa norteamericana también podría sufrir a medida que se extienden los daños colaterales debido al impacto causado.

China no saldría ilesa de producirse este escenario ya que una venta masiva de bonos del Tesoro de los Estados Unidos, socavaría el impulso de China para atraer inversión extranjera a sus mercados de acciones y bonos, impactando negativamente en su economía.

Es así que surge la pregunta: ¿Qué tiene que ver esto con nuestro país? Tiene que ver, y mucho, ya que China y los Estados Unidos son los dos principales mercados de los que depende nuestra economía, la que ya ha sido duramente golpeada desde el estallido social de octubre del año pasado y la pandemia del Covid-19 durante lo que va este año, ya que según sostiene el Banco Central, Chile pasará por su peor crisis económica en los últimos 35 años.

De ocurrir un potencial escenario apocalíptico, como el descrito con anterioridad, acarraría una serie de graves consecuencias para nuestro país en materia económica, afectando gravemente a nuestras exportaciones, especialmente al cobre, cuyos efectos golpearían el crecimiento económico nacional; lo anterior debido a que, cuando el comercio se ve afectado por este tipo de acontecimientos, impacta directamente en las empresas e inversiones en general.

Por el momento solo nos queda tomar palco y ver el desenlace de esta guerra multidimensional, la que a su término cambiara de forma permanente el escenario geopolítico mundial.

Alberto Pizarro
Alumno del Magister de Relaciones Internacionales
Universidad Católica de Valparaíso


Fuentes:

Categorías:Sin categoría

Etiquetado como:,,,,

Deja un comentario