[OPINION] Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura (María Isabel Muñoz Jaime)

La tortura es una imposición a un sufrimiento severo, a un trato cruel inhumano o degradante, por parte de un victimario quien ejerce control sobre la victima de manera intencional a través de los distintos tipos violencias, fundada en motivos ideológicos, políticos, religiosos, raza, etnia, sexo u orientación sexual, identidad de género, filiación, apariencia personal, entre otros.

La  Convención de las Naciones Unidas define la tortura como todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia.

Debido a lo anterior es que El 12 de diciembre de 1997, por resolución 52/149, la Asamblea General de la ONU proclamó el 26 de junio como el Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo a las Víctimas de la Tortura, como una forma de reflexionar y hacernos cargo acerca de miles de personas torturadas y como se les ha transgredido su integridad y sus derechos.  De esta forma, los Estados están llamados a evitar cualquier forma de tortura, degradación, trato cruel o inhumano, no solo porque es un crimen de derecho internacional sino por el hecho de que atenta en contra de los Derechos Humanos, siendo tal su prohibición que rige no solo para los miembros partes, sino también para los Estados que no han ratificado el tratado internacional, pues es un crimen en contra de la humanidad.

Finalmente, y tal como lo expresa Amnistía Internacional la tortura no solo se utiliza para infligir dolor, sino, que se utiliza para aterrorizar a otras personas consideradas disidentes políticos, como una forma de disuadir las posibles acciones en contra de los gobiernos.  De esta forma, la tortura es y seguirá siendo cruel e inhumana y no puede, nunca jamás, justificarse.

Mg. María Isabel Muñoz Jaime
Jefa de Carrera Trabajo Social
Universidad Santo Tomás, Viña del Mar

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