Revelan placa conmemorativa en honor a Sebastián Acevedo Becerra en Coronel

La lámina está instalada a sólo metros de la que fue su casa en la población Pedro Aguirre Cerda.

En un significativo acto en “La Central”, se reveló una placa que recuerda a Sebastián Acevedo Becerra. Vecino de la población Pedro Aguirre Cerda y que un 11 de noviembre de 1983 decidió inmolarse exigiendo la liberación de sus hijos María Candelaria y Galo, quienes habían sido secuestrados por agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI).

Sebastián Acevedo Becerra.

El caso es descrito en el Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, conocido también como el Informe Rettig, de la siguiente manera:

“El 9 de noviembre de 1983 se registra la detención de Galo y María Candelaria Acevedo Saez, hijos de Sebastián Acevedo Becerra, por civiles armados que no se identificaron. Su padre desesperado los busca en diferentes recintos y solicita ayuda en numerosas partes, sospechando que se encuentran en poder de la CNI.

El 11 de noviembre de 1983, al no tener noticias de ellos, en señal de protesta y para presionar a las autoridades, rocía parafina y bencina en sus ropas en la Plaza de la ciudad, y debido a que un Carabinero intenta detenerlo, se prende fuego, muriendo a las pocas horas a consecuencia de las quemaduras que sufre.

La Comisión estima que, si bien Sebastián Acevedo murió a consecuencias de hechos provocados por su propia mano, y no cabe en rigor calificar su muerte de una violación de derechos humanos, es víctima de la violencia política, porque tomó la determinación que le costó la vida en un gesto extremo por salvar a sus hijos de consecuencias inciertas, pero que bien se podía temer fueran muy graves, o como modo desesperado de protestar por la situación que lo afligía como padre».

Para su hija, la hoy diputada María Candelaria Acevedo, la acción realizada por su padre no sólo fue para exigir la liberación de ella y de su hermano, sino que también fue un llamado de atención por todos los detenidos desaparecidos, por lo que este homenaje “es uno que también se merecen muchos de nuestros compañeros que lucharon contra la dictadura civil-militar”, agregando que con esto preservamos la memoria, siendo “la única forma de construir un país mucho más cercano, mucho más solidario y mucho más libre”.

María Candelaria fue dejada en libertad el día en que su padre se quemó, dos semanas después fue detenida nuevamente, donde estuvo 14 meses. Su hermano Galo, quien fue procesado por formar grupos paramilitares y por violar la ley de control de armas y explosivos, permaneció en la cárcel pública de la ciudad de Concepción durante dos años.

Hoy ambos están convencidos que la acción de su padre no sólo les salvó la vida a ellos, sino que también a muchos otros chilenos.

En la misma línea se manifestó Erica Acevedo, representante de la Corporación de Derechos Humanos Sebastián Acevedo. Para la menor del obrero comunista, esta placa representa el recuerdo de miles de detenidos desaparecidos, exiliados y exonerados políticos, quienes por el hecho de pensar distinto sufrieron las peores atrocidades que el ser humano pueda recibir, siendo necesario que se den garantías de no repetición en nuestro país. “Para nosotros es fundamental que esto se rememore y se haga un compromiso profundo en torno a eso”.

El gerente de Artistas del Acero, Arnoldo Weber, manifestó que la figura de Sebastián Acevedo fue fundamental para lo que ocurrió en la dictadura militar, siendo relevante para recordar. Ese ha sido el trasfondo del proyecto “Crear para no Olvidar”, en el cual se enmarca la instalación de esta placa. Añadió que esto tiene que “remover la memoria, la conciencia y también difundir los derechos humanos, para que se respeten”, concluyó.

 

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