Valparaíso

[OPINION] Venta del Palacio Lyon y una larga historia de negligencia y dudosas operaciones municipales en Valparaíso (por Isaac Alterman)

En realidad, y ya no con tanto asombro, podemos observar maniobras comunicacionales del sector político transversal que conocemos como el de “Pinto-Castro” en Valparaíso.

Hoy el periodista Paolo Navia en el diario El Mercurio titula una nota: “Mundo de la cultura critica a municipio por fallida venta del Palacio Lyon”. En la nota aparecen la directora del Museo de Historia Natural , la seremi de Cultura, y los concejales Daniel Morales (ex PPD) y Marcelo Barraza (DC).

Hace solo unos días, en otra nota de este periódico, el concejal Morales de la nada daba una idea sobre qué hacer con el dinero de la venta de dicho inmueble: usar esos dineros para continuar las obras inconclusas del Mercado Puerto, otra de las tantas millonarias licitaciones de obras inconclusas del ex alcalde Castro.

Más allá de esta operación comunicacional con apoyo mercurial, lo que interesa es la historia de esta larga “venta”. Sí, esta venta se viene “concretando” desde el 2011.

El tema del Palacio Lyon no es nuevo; quien primero gestionó esta venta fue Jorge Castro en diciembre del 2011 y contemplaba vender no solo dicho edificio municipal, sino también el cuartel de la PDI de San Francisco y el paño 1 de Placilla.

Ese año 2011, Jorge Castro obtuvo el apoyo de los concejales de la UDI (Luis Soto, Jaime Barrientos y Máximo Silva) y de los concejales pintistas (Absalón Opazo y Manuel Murillo). Mostraron su férrea oposición los concejales Alberto Neumann y Marina Huerta (acta de la sesión del 14 de diciembre de 2014).

Lo preocupante es que siempre estas “ventas del patrimonio municipal” a una institución superior del Estado se dan cuando la negligencia municipal toca fondo. Por ejemplo, el año 2004, con una municipalidad quebrada, el alcalde Pinto vendió el Velódromo de Playa Ancha a la DIGEDER, hoy IND. La venta de la ex Cárcel es otro ejemplo.

Pero continuando con el edificio Lyon, habíamos dicho que esto comenzó el 2011, pero finalmente no se concretó. Desconozco las razones, pero olfateo temas de tipo legal o desinterés del comprador.

Julio de 2014: acusación por notable abandono de deberes en contra el Alcalde Castro.

¿Qué tiene que ver esto en este relato? Pues mucho.

Después de dicha acusación presentada el 17 de julio de 2014, hubo un acuerdo extraoficial entre concejales representantes del “pintismo” y la UDI del alcalde Castro, que fue la de subsanar todas las irregularidades que daban pie a las acusaciones más graves y así poder enfrentar de mejor manera la acusación presentada por las concejalas Paula Quintana, Zuliana Araya y Ruth Cáceres.

Modificaciones presupuestarias con traspasos de miles de millones hacia CORMUVAL, la famosa modificación del contrato que permitió la grosera alza de parquímetros que nos tiene con la tarifa más cara de Chile por estacionar en la calle, permisos de uso de veredas por parte de restaurantes, permisos para los dudosos casinos que afectan la salud metal de los porteños, contratos de aseo de COSEMAR, la reanudación de la venta de patrimonio municipal, entre ellas la del Palacio Lyon, fueron algunas de las medidas que de manera exprés se aprobaron en la administración de Jorge Castro para poder hacer caja rápido y subsanar lo antes mencionado.

El concejal Iván Vuskovic era entrevistado por el medio local La Otra Voz el 22 agosto de 2014, en donde explicitaba la forma como se vendería el Palacio Lyon y las medidas que se estaban adoptando para subsanar dos irregularidades: el no pago de cotizaciones previsionales a los profesores ($ 554 millones adeudados) y la regularización de personal contratado por CORMUVAL para labores de aseo, lo cual es ilegal, según Contraloría. Finalmente, y pese a la seguridad de la maniobra, nuevamente no se concretó dicha venta.

Estas medidas, fueron incorporadas por la defensa del ex alcalde Castro en dicho juicio como atenuante frente a las acusaciones que realizaron las concejalas en su contra y que le permitieron finalmente salir libre de todo cargo.

Por último, y como reflexión, se ha hecho en Valparaíso costumbre LA CULTURA de vender patrimonio para salvaguardar negligentes gestiones municipales en donde los responsables salen libres de polvo y paja gracias a medidas como esta que, finalmente, la terminamos pagando todos los porteños. Eel mejor ejemplo de lo anterior, son las declaraciones del concejal pintista Marcelo Barraza, que encuentra “normal” que un municipio venda sus activos para financiar la negligencia histórica en donde varios concejales han sido corresponsables.

Yo me alegro que esta venta no se concrete, pues cada una de ellas es una estocada a los servicios básicos que requieren los vecinos del Puerto: aseo, salud, espacios públicos, etc.Opinion_IsaacAlterman

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