Contraloría deja sin efecto convenio con empresa a cargo de fallido estudio de ingeniería.

Preocupación han causado los retrasos y problemas legales que ha tenido el estudio de ingeniería del nuevo aeródromo de Robinson Crusoe y que han dificultado el avance de este importante proyecto que consideraba una inversión de US$51,86 millones.

Según informó la Contraloría General de la República, del plazo inicial de 525 días con el que contaba la empresa a cargo, se solicitaron dos prórrogas de hasta tres veces más del tiempo destinado y aún así no se entregaron antecedentes ni los resultados del estudio. Por lo anterior fue que el ente contralor debió dejar sin efecto el convenio que mantenía con la consultora.

Al respecto, el diputado por la zona, Andrés Celis (RN), aseguró que “lamento mucho la inconsistencia de la empresa consultora. La posibilidad de ampliar en dos mil metros la pista de aterrizaje para recibir aviones de mayor tamaño, el recarpeteo y las mejoras técnicas son de gran necesidad para dar mayor seguridad al recinto”.

El parlamentario del distrito 7 agregó que “la consultora excedió los plazos, no cumplió con las prórrogas y no acreditó los antecedentes ni justificó la dilación excesiva del tiempo. Lamentablemente, quienes están pagando los platos rotos es la comunidad insular, que tal como sabemos, tiene serios problemas en las comunicaciones”.

Finalmente, el diputado agregó que “mantengo contacto directo con las autoridades locales, tal como con el alcalde Leopoldo González, quien me explicó que lamenta el retraso pero que no hay responsabilidad de la municipalidad ni del Ministerio de Obras Públicas, sino que habría sido culpa de la consultora. Por de pronto, espero se tomen cartas en el asunto y se concrete este proyecto tan necesario para la conectividad de la Isla”.