Abogadas feministas se enfrentan a un sistema judicial que, a todas luces, se ha convertido en un espacio de agresión más para las mujeres y no una forma de encontrar justicia.

El año 2018 estuvo cargado de hitos importantes para el movimiento feminista, tanto en Chile como en muchos países del mundo.

El 8 de marzo se lleva a cabo la primera huelga feminista en España, con cientos de miles de personas en 120 ciudades manifestándose por una sociedad libre de violencia machista y un sistema judicial no patriarcal como reacción a la resolución del denominado “Caso de La Manada”; en Irlanda se logra despenalizar el aborto a través de un referéndum; en Estados Unidos, el movimiento #MeToo empieza a ganar fuerza con la detención del productor Harvey Weinstein tras múltiples denuncias de mujeres del mundo del cine por violación y agresión sexual, y la condena y encarcelamiento del actor y comediante Bill Cosby por “depredador sexual violento”.

Diputadas del Frente Amplio

Aunque en Chile aún estamos lejos de alcanzar la paridad de género en los poderes del Estado, el 11 de marzo entran a la Cámara de Diputados 35 mujeres (de un total de 155), siete de ellas de las filas del Frente Amplio, bancada que cuenta ahora 21 representantes, incluido un senador. Y en Valparaíso, son siete mujeres las que integran el Consejo Regional (de un total de 28 consejeros), de ellas tres del FA.

Las mujeres en el Consejo Regional de Valparaíso

En el país también comienza a crecer la “ola feminista” con movilizaciones sin precedentes. En mayo, la Confech convoca a una marcha contra la violencia machista, movilización que se da en el marco de “tomas feministas” que tienen a universidades de todo el país paralizadas exigiendo mejorar los protocolos para sancionar el acoso y abuso sexual al interior de las casas de estudio, entre otras demandas.

Pero 2018 también fue un año de grandes retrocesos. En Argentina, el Senado desestima el proyecto de ley de despenalización del aborto aprobado por el Congreso, y en Chile se reportan 42 casos de femicidio. A la fecha, en 2019 ya van seis.

La reciente condena a la estudiante de Derecho de la Universidad Austral de Valdivia, Francisca Díaz, tras haber denunciado al ex funcionario del Ministerio Público de Hualaihué, Willy Fahrenkrog, a quien acusó de abuso sexual, fue, para un grupo de abogadas feministas, la gota que rebasó el vaso. La sentencia del caso de Francisca, en la que la víctima mujer termina siendo culpable de “denuncia calumniosa” y el acusado hombre es presentado como nueva víctima, es un claro ejemplo de violencia de género en el sistema judicial chileno.

Ad portas de la Huelga Feminista anunciada para el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, conversamos con la abogada Daniela López quien, junto a tres colegas, formó a principios de año el estudio jurídico AML Defensa de Mujeres.

“Este estudio nace por casos como los de Francisca Díaz. No queremos que vuelva a existir en Chile otra Francisca Díaz, o sea, mujeres que buscan justicia después de haber vivido hechos traumáticos, después de haber vivido una violencia de género directa, que es una violencia con apellido, que es violencia en la que salen más revictimizadas, más cuestionadas, más agredidas de la justicia estatal”, nos explica la joven abogada.

“Partimos en enero de 2019,” agrega Daniela López, concentrando gran parte de sus gestiones en Valparaíso y Santiago, aunque también representan causas en el resto del país. “Es un estudio que está compuesto por abogadas feministas que también somos activistas en otras instancias. Hay varias de nosotras que somos integrantes de Abofem, que es la Asociación de Abogadas Feministas; es decir, de un activismo por las mujeres bien activo”.

AML Defensa de Mujeres, estudio jurídico conformado por Francisca Millán Zapata, María Soledad Molina, Alejandra Avendaño y Daniela López, “toma causas de diversa naturaleza, ya sea laboral, penal, familia, civil, constitucional, sumarios, protección; causas de diversa naturaleza en la cual se vean comprometidos los derechos de las mujeres”, especifica López.

La importancia de poner el acento en la defensa jurídica y la interposición de acciones desde una perspectiva feminista se debe, señala la abogada, “a la naturalización de la violencia de género y la desigualdad de género en tribunales. Hoy en día la justicia es un espacio de agresión más para las mujeres y no una forma de encontrar justicia social, por tanto, se niega uno de nuestros principios jurídicos y constitucionales que es la igualdad ante la ley y el acceso a la justicia”.

Daniela López con la comediante feminista Natalia Valdebenito

El cuestionamiento que hace el movimiento feminista hacia la justicia estatal es que es una justicia patriarcal, recalca López, “precisamente porque no ha constituido un espacio de reparación, un espacio de sanción, un espacio de cautela y protección para las mujeres; al contrario, se ha constituido como un agresor más. Creemos que eso se juega día a día en tribunales”.

La lucha por reformas que pongan la perspectiva feminista en todos los campos de la vida social también forma parte del quehacer de las cuatro abogadas. “Hoy en día los derechos de las mujeres se están jugando en el cotidiano y se están jugando en tribunales, y necesitamos revertir sentencias como ocurrió en el caso de Francisca, necesitamos forjar precedentes feministas a favor de los derechos de las mujeres, necesitamos impulsar desde la práctica las necesarias reformas al Poder Judicial, que entienda que la violencia de género no es una violencia neutral, que es una violencia específica que viven las mujeres, que somos más de la mitad de la población en Chile y a nivel mundial, y que por tanto la única forma de poder responder a esos anhelos de justicia social, de igualdad ante la ley, responde a una preparación que deben tener los operadores de justicia y formación”, señala López.

“Por eso creemos que es necesaria una profunda reforma feminista al Poder Judicial. Necesitamos jueces y operadores de justicia que estén formados y que entiendan lo que significa ser víctima de violencia de género, que entiendan lo que significa ser una mujer que se atreve a defender sus derechos en Tribunales y ejercer ciudadanía plena. Por eso nace esta oficina, ese es nuestro motor, ese es nuestro anhelo y, por lo tanto, llamamos a todas las mujeres, independiente de la naturaleza de su causa a que si los derechos de las mujeres están en juego, recurran a esta oficina que está especializada con abogadas feministas que no solamente van a buscar la mejor estrategia jurídica, sino que vamos a partir por no ser parte de ese cuestionamiento y descrédito a la palabra y a la vivencia de las mujeres; al contrario, acá hay un lugar que parte entendiendo lo que significa ser mujer en sociedad, de lo que significa ser mujer ante la ley”, indica la abogada.

(Por Juanita Chacón Snow)