El 2 de agosto pasado, un funcionario de la PDI asesinó a balazos a un joven gitano de 18 años, Isaac Aristich Nicolich, en la comuna de La Cisterna, en Santiago. Las mentiras y montajes surgidos en este caso revelan que no sólo Carabineros miente, sino también la policía civil, ya que la verdad ha terminado por demostrar que este suceso puede llegar a ser el nuevo “Caso Catrillanca” de la PDI.
Las similitudes son evidentes. El joven muerto pertenece también a una minoría étnica. Se levantaron falsos cargos en su contra, se intentó acusarlo de haber robado un vehículo, que atacó a los policías y que estos repelieron su accionar, que había testigos que supuestamente lo habían visto en el presunto “portonazo”, etc. Igual que en el “Caso Catrillanca”, un video aclara todo y muestra palmariamente que fue asesinado.
ACUSACIONES FALSAS
La primera versión que entregó la PDI fue que el muchacho había intentado atropellar a los detectives y que, como una medida de defensa, el policía se había visto obligado a dispararle.
Para reforzare la tesis oficial de que el gitano era culpable, el vocero de la Fiscalía Sur, Roberto Contreras, acusó que el fallecido había participado en un robo a un automóvil en el sector, que el auto en que iba el muchacho era el automóvil robado y que había sido reconocido por las víctimas.
VIDEO ACLARATORIO
Pero la mentira tiene patas cortas. En menos de 24 horas, comenzó a circular el video que muestra cómo el joven gitano no se baja del auto y arranca retrocediendo, cuando ve que se le viene encima un desconocido con una pistola en la mano. El mismo video exhibe claramente cómo el “rati” le dispara por el parabrisas trasero a la víctima mientras se alejaba del lugar en el vehículo. En ningún momento se observa que el fallecido hubiera intentado agredir al policía. Fue un asesinato, vil y cobarde, y así quedó grabado como un crudo testimonio de la irracionalidad policial.
Después de la exhibición pública del video en los medios de comunicación, el vocero de la Fiscalía Sur, Roberto Contreras (el mismo que había dicho que el joven era un asaltante, un ladrón, un criminal), se tuvo que comer sus palabras y admitir que ninguna de las víctimas había reconocido al joven y que nadie había afirmado que éste estuvo en el supuesto robo. Además, tuvo que reconocer también que el fallecido no tenía ningún antecedente penal ni nada que lo vinculara con delitos.
LOS GITANOS
Los familiares del fallecido, entre ellos la conocida gitana Perla Ilich, explicaron que el joven era un muchacho sano y sin vicios, y que se habría asustado porque iba manejando sin documentos. Otros amigos indicaron que el joven se alejó porque habría creído que era un asalto, pues sólo vio a sujetos armados vestidos de civil que estaban parando automóviles de noche, en la calle. Y respecto de la aparente credencial que portaban los PDI, los gitanos indicaron que ha habido muchos asaltos protagonizados por falsos policías, de modo que el joven bien pudo creer que sería asaltado.
NECESIDAD DE JUSTICIA
Finalmente, la única luz de esperanza para la comunidad gitana es que el policía que asesinó a Isaac Aristich Ilich se encuentra imputado por el tribunal. Está por verse si en este alevoso caso habrá justicia. Depende de todos reivindicar el nombre de esta víctima inocente y castigar al culpable, tal como ocurrió con el caso Catrillanca, en que la policía inventó pruebas y creó montajes para eludir la verdad y el castigo.
Soi el papa del gitano acesinado por la pdi y dodavia no ai justicia porfavor ayuda para que se aga justicia fono 998415318