Con muchas actividades y teletrabajo se encuentra por estos días Benito Baranda, colaborando con diversas ollas comunes junto a su esposa, Lorena Cornejo, participando en un movimiento de “Independientes no neutrales” por el Apruebo, y siendo entrevistado a diario en múltiples programas de televisión y radiales, para la prensa escrita y en transmisiones en redes sociales. Eso aparte de sus responsabilidades y compromisos como vicepresidente de América Solidaria y psicólogo.
En esta entrevista para el Diario La Quinta y FTV, transmitida en el programa #FTVenCuarentena, el ex director social del Hogar de Cristo, viñamarino, entrega su opinión respecto de diversos temas, desde el manejo de la emergencia sanitaria y social por parte del Gobierno hasta el plebiscito del 25 de octubre y el proceso de redacción de una nueva Constitución, el cual describe como una oportunidad única e histórica.
“Nunca habíamos tenido una oportunidad como la que hemos tenido ahora; no existe ningún momento en la historia de Chile en que la ciudadanía decida un proceso constitucional. De hecho, yo voté en el Plebiscito de la Constitución del ’80, voté contra la Constitución sin haberla leído solo por el hecho de haber sido escrita en dictadura, sin registro electoral, sin la posibilidad de hacer campaña.” Esta oportunidad, precisa Baranda, “no la diseñó el mundo político, la diseñó la ciudadanía como ha ocurrido en muchas de las transformaciones”.
“EL ESTADO HUMILLA”
Haciendo referencia al filósofo judío Avishai Margalit, cuya filosofía moral parte de la base de que una sociedad civilizada es aquella cuyas instituciones no humillan a las personas sujetas a su autoridad, y cuyos ciudadanos no se humillan unos a otros, Baranda plantea que en Chile se ha construido una sociedad en la que “el Estado tiende a humillar a las personas en situación de pobreza, y el mercado también y las organizaciones de la sociedad civil cuando intervienen sin la participación de las personas, cuando intervienen sin haber escuchado a las personas, cuando intervienen sin haber entendido lo que están viviendo las personas, (…) cuando presionamos a las personas por cosas que nosotros creemos que necesitan y en el fondo jamás les hemos preguntado lo que ELLOS necesitan, lo que ellos requieren para poder vivir y superar la situación en que están, y no los hacemos partícipes de los programas”.
– Ejemplos concretos se han visto varios en el contexto de la emergencia sanitaria y social…
En Chile, el Estado central decide distribuir cajas. ¡¿Qué país del mundo distribuyó cajas?! No tengo problemas con que se distribuyan cajas, las organizaciones de la sociedad civil o desde el municipio, porque conocen a la gente y saben dónde tiene que llegar esa caja.
– Entonces, lo que correspondería es que el Estado distribuya recursos, a través de transferencias monetarias…
“Para que cada familia los gaste en lo que realmente necesita, que compren en la feria, en la panadería, pero no que yo les determine lo que ellos van a requerir. Eso nos pasó en Chile. Piensa tú que en el municipio de La Pintana, la primera entrega de cajas al municipio le costó 90 millones de pesos. Un municipio que tiene problemas de recursos todos los meses, que tenga que gastar 90 millones de pesos para distribuir cajas que las determinó el Gobierno central (…) ¿Y de dónde salieron las platas? Del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, plata destinada a los más pobres”.
MANEJO DE LA PANDEMIA
– Sus críticas a la forma en que se ha enfrentado la pandemia en el país han sido bastante categóricas.
Partimos muy mal, a diferencia de otros países; aquí no partimos entregándole las responsabilidades a los territorios. Lo primero que deberíamos haber hecho en Chile es haber entregado la responsabilidad a los territorios, a los municipios y también a las comunidades locales, a los consultorios; la trazabilidad la deberíamos haber hecho localmente (…) Como no se hizo en enero para planificar esto, tampoco se hizo la planificación económica y cuando esto reventó -que partió en marzo, pero reventó en mayo- no teníamos la estructura para hacerlo.
– Por otro lado, la ayuda económica llegó tarde.
Si vas sumando: ¿por qué se armaron una cantidad de ollas comunes si podríamos haber hecho transferencias desde abril cuando ya vimos que comenzó a caer el empleo y a aumentar el desempleo: rápidamente transferencias, y por último nos endeudamos. ¡¿Qué problema hay con endeudarnos?! Si el país hubiese hecho una buena planificación, no estaríamos en las condiciones en que estamos, enfrentados a las cifras mundiales de los peores países”.
PROCESO CONSTITUYENTE
– La campaña para el Plebiscito comenzó oficialmente hace tan solo un par de días, pero el proceso constituyente partió hace meses. ¿Cómo hacemos para que todas esas energías deliberantes que se generaron en cientos de cabildos, en prácticamente todos los territorios, lleguen a estar plasmadas en una nueva Constitución, de que todas y todos nos sintamos parte de su proceso de construcción?
Yo soy favorable a la Asamblea Constituyente; yo creo que cada asambleísta, hombre y mujer, tiene que estar con el cable conectado con la comunidad de manera permanente. Su manera de tomar los insumos de lo que queremos en esta nueva Constitución que nos regirá los próximos años, queremos que eso esté conectado con la realidad, que responda a lo que las personas desean como normas de convivencia para los próximos años. Ese es el nuevo pacto social. Ojalá que las personas que lleguen a esa Convención Constitucional no se olviden de que responden a un gran número de personas por un período muy corto de tiempo.
– ¿Le interesaría participar en la Convención Constitucional?
Por supuesto, sí, estoy disponible. Soy una persona que no participa en política partidista, pero tengo una visión política y participo en política todos los días (…) Los ciudadanos, las personas, todos tenemos que estar disponibles en la medida que la comunidad nos quiera para estar presente allí.
Si bien reconoce sus orígenes de élite, “no me siento tan de élite”, asegura. “Me vinculo todos los días con personas que no están dentro de la élite. Quiero representar ese mundo también al que, lo más probable, le va a costar mucho en una asamblea que lleve personas que puedan tener una voz fuerte adentro para defender sus derechos”.
Vea la entrevista completa (a partir del minuto 25):
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