En fallo contundente, el máximo tribunal cuestiona la práctica de obligar a docentes a renunciar a sus derechos laborales a objeto de mantener su trabajo.
Por unanimidad, la cuarta sala de la Corte Suprema sentenció que Fundación Instituto Profesional Duoc UC vulneró los derechos de una profesora que llevaba cinco años contratada a plazo fijo. El fallo no sólo es contundente sino viene a desnudar y castigar una de las formas fraudulentas en que se sustenta el modelo de negocio de muchas instituciones de educación superior: el uso vicioso del contrato a plazo fijo como método que permite ahorrar dinero a costa de los profesores.
“Es fundamental tener en cuenta que la regla general en el ámbito del Derecho del Trabajo es que los contratos sean de carácter indefinido y la excepción, que sean transitorios o temporales, lo que obliga a hacer una interpretación restrictiva de éstos últimos, con el objeto de evitar que mediante mecanismos formales sean burlados los derechos de los trabajadores, quienes por su condición de subordinación no tienen el poder para contradecir la forma de contratación que define el empleador”, indica el texto del fallo.
La historia comienza en marzo del 2019 cuando 109 profesores sindicalizados en DUOC demandaron a la institución para que se les reconociera el carácter indefinido de sus contratos. El instituto profesional, señalan, “venía históricamente vulnerando los derechos laborales de sus docentes ejerciendo sobre ellos discriminación al no otorgarles antigüedad y prestaciones garantizadas por la ley”.
A casi dos años de aquellas acciones judiciales, la Corte Suprema ha unificado los criterios en esta materia confirmándose que existía una relación laboral de carácter indefinido desde varios años, y que la firma del finiquito expresaba una situación de asimetría de poder porque el trabajador debía firmarlo para asegurar su trabajo cada temporada.
“El Derecho Laboral, en su ámbito especial, tuitivo y de protección, ha privilegiado en sus normas el carácter no renunciable de los derechos laborales mientras subsista el contrato de trabajo, pues asume que existe una significativa asimetría de poder negociador entre el empleador y el trabajador individual. Se comprende que el trabajador, para quien perder su trabajo puede resultar extremadamente gravoso, acepte renunciar a sus derechos laborales a objeto de mantener su trabajo. Nada hay de sorprendente por tanto en que acepte firmar un finiquito como condición para poder continuar trabajando bajo el mismo empleador, aunque sea bajo la forma de un nuevo contrato”, indica el texto.
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DUOC todavia despider profs con finiquitos que no reconoce años definidos…31 de julio 2020…son mentirosos.. la principal jefatura en Sede Alameda..director de sede, sub directora…hipócritas y mentirosas sin base cristiano o ética…más bullying…más abusos del ley de teletrabajo….pero el culpable también es mineduc que dar DUOC accreditacon de 7 años sin encuestas de docentes o alumnos y gobierno con gratuidad…y el dirección de trabajo todo son inútiles…es una grande mafiosa católica.. estoy disponible por entrevistas peterghopper@gmail.com
Calidad?.. nos exigen, si nos exigen y si no perdemos horas para el semestre siguiente, tener al menos un 85% de alumnos aprobados en los cursos! O sea 1 de cada 10 puede reprobar un ramo??? Sin PSU, sin nota mínima de enseñanza media?
Muchos de esos alumnos vienen con severas deficiencias (o sea, basta ver que en la prueba de nivelación matemática se exime sólo el 5%, siendo que son contenidos del colegio…). Entonces, queremos formar “profesionales” que con suerte la mayoría en 2 años aprenden algo y a puro esfuerzo del docente. Lo importante para Duoc es la gratuidad, que el estado pague, lo que salga, da un poco lo mismo, mientras “hayamos cobrado” nuestra parte. Que los profesores traten de hacer lo que puedan para cumplir con estos maravillosos indicadores para que les den carga al semestre siguiente. Máquina perversa.
The chilean way, no comments!
Se debe acabar la siverguenzura, no a la precariedad laboral del profesor. Deben ser contratados, así, se tendrá estabilidad en los proyectos educativos. En el sistema actual prima el temor y hace que los profesores privilegie la “buena onda” para ser bien evaluados, en desmedro de buscar la excelencia en el aprendizaje, que pasa por rigurosidad en el cumplimiento de los objetivos del mismo. Por otra parte, el diagnóstico del actual proceso de acreditación es asimétrico, dando un poder casi absoluto a los estudiantes e institución, en desmedro de los profesores, generando debilidades que se manifiestan en los objetivos, etc.