Salud mental en pandemia: ¿seguimos al debe?

Lo sucedido en Antofagasta con el pediatra Paulino Guerra volvió a prender las alertas en lo relacionado con la salud mental en nuestro país. El reconocido funcionario de la salud decidió quitarle la vida a su hija quien sufría de daño neurológico para posteriormente atentar contra la suya, luego del fallecimiento de su hijo un día antes.

Para la psicóloga María José Coya, “normalmente estos temas no son nuevos, pero en general, tampoco son cosas que se hablen mucho en la sociedad, es considerado un tema tabú, pero hay que pensar que cuando hablamos de muertes autoinfligidas, los estudios demuestran que son más propensos los hombres que las mujeres, aunque las razones son multifactoriales”.

La especialista en temas de salud mental precisa que “mil quinientos chilenos y chilenas están muriendo anualmente por suicidio; la tasa en personas de veinte años se ha duplicado y el mayor porcentaje se está presentando en hombres de la tercera edad”.

Esto, agrega la psicóloga de la Funeraria Inmemoria, sigue demostrando que estamos al debe en la situación “porque las campañas de prevención no necesariamente son útiles. Pese a que el Ministerio de Salud incluso habilitó un número telefónico, la gente no necesariamente acude por ayuda, debido a cosas tan simples como vergüenza o desconocimiento”.

Además, remarca la necesidad de mejoras respecto al presupuesto destinado para el área. “El gasto público en relación a los países desarrollados es poco, sólo de un 2,4%, lo cual está muy por debajo de la mínima recomendada por la Organización Mundial de la Salud”, subraya y agrega que el plan 2013-2020 de la OMS “estableció como meta mundial la elaboración o actualización de legislaciones sobre salud mental. Si bien Chile ha implementado programas que están ayudando a la población, a través del Plan Nacional de Salud Mental 2017-2025, es indispensable “mantenernos concentrados en seguir avanzando en que lleguemos pronto a contar con una ley que proteja la salud mental de los chilenos y chilenas, pues con esta pandemia es tema aún más preocupante”.

“Desde nuestra vereda”, destaca la psicóloga de la Funeraria Inmemoria, “estamos haciendo lo que está en nuestras manos” acompañando a los familiares, aun así, la situación es compleja. “Es importante considerar que, si antes de la pandemia hubo situaciones de salud mental descubiertas, éstas hoy se han acentuado. Fuera de que es menester contar con una Ley de Salud Mental, lo es también el quitarnos, en lo personal y lo social, el tabú de hablar de estos temas, debemos legitimar y responsabilizarnos de nuestras necesidades en esta área, tanto como validamos y cuidamos nuestra salud física. Esto es tarea de todos, no quitamos importancia a la responsabilidad del Estado, pero tampoco hagamos recaer todo sobre éste; desde nuestra propia experiencia vemos cómo el aporte colaborativo puede impactar realmente la vida de muchos y con ello la de su entorno; debemos apoyar a nuestra gente, valorar lo ya mejorado en los distintos gobiernos y pedir avances con una actitud proactiva y acciones que colaboren”, concluye la experta.

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