Desde su propuesta a la diputación por el Distrito 7, la candidata Romina Maragaño ha señalado que hoy se hace urgente que sea el pueblo el que escriba sus propias leyes a través de iniciativas populares de ley que respondan a las demandas históricas que han manifestado en las calles.

Desde las calles y en distintos territorios del distrito 7, la candidata a diputada de Convergencia Social y por la lista de Apruebo Dignidad, Romina Maragaño, ha estado trabajando en su campaña a la diputación, reuniéndose con una serie de organizaciones sociales, dirigentes, dirigentas y juntas de vecinos, quienes han manifestado demandas históricas para mejorar la calidad de sus vidas.

En este contexto, la educadora diferencial ha señalado que teniendo en cuenta, además, el contexto histórico que atraviesa el país con la redacción de una nueva Constitución, se hace urgente poner a disposición todos los espacios institucionales para el pueblo, donde sean ellos quienes también puedan escribir las leyes.

Actualmente, quienes pueden presentar proyectos o iniciativas de ley son los senadores, diputados (moción parlamentaria) y el presidente de la República (mensaje presidencial), pero no hay espacio en el Congreso para que las organizaciones sociales y la comunidad puedan ser precursores y parte del proceso.

“Ahí lo que nosotros proponemos es una modificación a la normativa, que se incorporen a la ciudadanía, se incorporen a las organizaciones y que el Congreso entregue un soporte técnico a estas organizaciones y comunidades que quieran presentar proyectos en distintos temas, puede ser vivienda, medioambiente, deporte, entre otros”, sostuvo la candidata.

Además, explicó que sería uno de los mecanismos de transformación para así ampliar los límites de la democracia actual, donde la institucionalidad esté al debe de la ciudadanía y de esta manera, los diputados y senadores podrían auspiciar o respaldar ciertos proyectos, pero no ser los protagonistas de estos espacios, sino que deben ser los y las que por décadas se han levantado con distintas iniciativas en torno a diferentes problemáticas.

“Creemos que es hora que el pueblo escriba sus propias leyes. El espacio del Congreso tiene que ser un espacio democrático que no solamente sea representativo, sino que también sea para que las comunidades se lo tomen y sean parte también de él”, puntualizó Maragaño.

Para ello, existiría un conducto regular que permita la recepción de antecedentes y propuestas y también que se les entregué un respaldo técnico a las comunidades que lo requieran, ya sea a través de un departamento en especial y de acuerdo a la temática que se aborde.