“Desde un inicio hemos dicho que este proyecto no contempla la participación ciudadana, que es un mínimo si existen proyectos que afectan tan directamente la vida de las personas de estas comunidades” declaró Bello.
A principios de octubre del año pasado, la parlamentaria junto a miembros de su equipo y dirigentes de las comunidades afectadas se reunieron con la gerente de Fiscalización y Evaluación Ambiental de CONAF, Nora Rugiero, en Santiago. “Quisimos exponer las apreciaciones que teníamos al respecto de la construcción de esta carretera, donde no veían en ella un beneficio para sus vidas, al contrario, respondía a intereses de privados” subrayó la diputada.
El proyecto, que tiene como objetivo enlazar la Ruta 5 Norte a la altura de Nogales con la costera F-30, ya había recibido cuestionamientos graves por parte de la Superintendencia del Medioambiente que “constató la ejecución de obras en el nuevo camino Nogales-Puchuncaví, contiguos a humedales urbanos y sin contar con la autorización ambiental ni con el cumplimiento de medidas provisionales preprocedimentales dictadas por la SMA en junio de 2022”.
“Con esta decisión de parte de CONAF quedamos satisfechos por el momento, demostrando que la gestión conjunta con comunidades tiene cabida dentro de la instituciones en este Gobierno”, agregó Bello, resaltando que la agenda medioambiental es una prioridad en la actual administración.