[ENTREVISTA] Melisa Grob Lea-Plaza: Con “M” de mamá

(Por Angelo Osses)

Las redes sociales han abierto una puerta que antes no existía, que permite llegar a personas de todas partes del país sin la necesidad de la conexión física. Mientras realizamos la campaña de donación de útiles escolares, a través de la Fundación Cumpliendo Sueños, @fund_cumpliendosuenos, para niños afectados por el megaincendio en Forestal, Viña del Mar, una amable mujer nos contactó para participar, y traía una propuesta muy peculiar.

Melisa Grob, más conocida como @mujerdeoficios en Instagram, nos contactó para aportar con ositos de lana tejidos a mano por mujeres de todo chile. Intrigados por la propuesta, iniciamos conversaciones con ella, para saber más sobre lo que trataba. La verdad, quedé maravillado por lo que conversamos.

¿Cómo nace Mujer de Oficios?

-Se fue creando de a poco. Siempre me ha gustado enseñar y se me da de manera innata. Tengo cuatro hijos, y en mi pre y postnatal es cuando podía conectarme con mi esencia propia, espacio en el que surgen estas ganas de crear, de conectar con más mujeres y generar tertulias. Empecé a tejer, que era algo muy rico para mí y me conectaba con mis hijos, compartiendo en este ambiente más maternal.

Me contactaron desde la tienda Penélope y Punto para ver si podía hacer clases de tejido, Feliz me uní a ellas e hicimos una “knitting party” armándose grupos de al menos cinco alumnas.

Fue así como empecé desde casa, dándose una dinámica bastante rica, dándome cuenta de que tenía el espacio que estaba buscando para desarrollar mis clases, viviendo esa experiencia nace Mujer de Oficios: M de Mujer, M de mamá, M de Manualidades, M de Melisa y M de Multifacética.

Cuando llegó la pandemia le hice unos ositos a mis hijos, y ellos los amaron. Esa reacción con sus ositos tejidos a croché fue única, y quise compartirla: “es tanto el goce que esto debería llegar a más niños”, me dije.

Cuando tenía 16 alumnas, por allá en el 2020, les pregunté si se animaban, e hicimos un osito cada una. Con el cariño que se fue creando, se adhirieron embajadoras de distintos puntos del país en forma voluntaria.

Me da curiosidad preguntarle, ¿cómo funciona el trabajo con las embajadoras?

-Actualmente tenemos 37 embajadoras de Antofagasta a Punta Arenas, nos comunicamos vía Whatsapp y mail, lo cual sirve para organizar y planificar estratégicamente las campañas. De manera retrospectiva vemos cuándo hay que recolectar los ositos y coordinamos el envío, para luego hacer el packing, juntar los fondos para comprar los envoltorios y stickers, y finalmente entregarlos a los hospitales, ollas comunes, campamentos y escuelas rurales.

¿Qué hace una embajadora? Todas subimos la información el mismo día, generando un impacto positivo en la comunidad. Además, el instructivo para tejer, es de Mujer de Oficios y tiene acceso gratuito. Las embajadoras se motivan y lo enseñan, ya sea online, en parques, escuelas municipales, entre otros.

Lo precioso es que se logra un trabajo circular, ya que hacemos talleres gratuitos para enseñar a tejer el osito con todas las técnicas. La señora se queda con el conocimiento y dona un osito para quién lo necesita. Eso también ha sido precioso, porque es distinto aprender por aprender, que aprender porque vas a donar parte de tu aprendizaje.

¡Qué genial! Se trata de dar y recibir, más que la acción del grupo se trata de lo que queda para la posteridad. Le quería preguntar ¿qué le gustaría lograr en este 2023?

-El 2020 fueron 16 ositos, el 2021: 460 y el 2022: 1200. Esto nos demuestra que vamos por buen camino. Aquí pensamos que cuando se da, se recibe doble. Por lo tanto, nuestro enfoque es descentralizar esta campaña solidaria de tal manera que en cada región pueda funcionar autónomamente. En estos momentos lo hemos logrado parcialmente. Los recolectados en Antofagasta se entregan en la misma región, al igual que en La Serena, Viña del Mar y Punta Arenas. Pero todos los otros llegan a la Región Metropolitana, lo cual no es malo, porque nos aseguramos de cumplir con la demanda, ya que en este momento tenemos que duplicar la cantidad de ositos.

En relación con los vínculos, ¿cómo ha sido su experiencia hablando con organizaciones, instituciones, municipalidades, etcétera?

-Ha sido muy bonito con los Hospitales, en ellos hemos tenido un recibimiento muy grato. Soy del área de la salud, cirujano dentista y periodoncista, entonces entendía el contexto de la salud en plena pandemia. Fue muy protocolar la forma que les planteamos esta donación. Cada osito recibido se dejaba fuera de la casa, ventilando y envuelto en su propia bolsita.

Se hizo un vínculo directo con los hospitales Roberto del Río, Gustavo Fricke y Exequiel González Cortés. En este último, gracias a la buena recepción de su directora, llegamos a las dependencias y entregamos los ositos uno a uno, muy simbólico. Se respeta y resguarda la identidad de los niños, sin sacar fotos, pero sí caminamos por los pasillos generando conexión y demostrando la entrega, entendiendo que detrás hay dedicación y cariño.

Entonces ¿Llevan cuenta de quién hace cuál osito? ¿Cómo lo hacen para que la persona que lo donó sepa?

-Cada embajadora -que debe ser proactiva y automotivada- tiene su listado de tejedoras, y está a cargo de hacerles seguimiento. Les pregunta si han podido tejer. Anota quien hace los ositos y manda un recuento de los que tiene, qué tejedora hizo cada uno, además de su nombre e Instagram.

Esto nos ha permitido ver historias bellas, como la de la Fundación San José de la Adopción. Una futura mamá aprendió la técnica y quería tejer figuras en representación de ella, su marido y el bebé que iban a adoptar, pero por causas personales no pudo hacerlo. Pasó el tiempo y la llamaron que ya podía recibir a su guagüita, percatándose que venía con un osito solidario, lo cual fue muy simbólico para ella. Se contactó con nosotras porque para ella era importante saber quién había tejido su osito, y gracias a nuestra estructura que te mencionaba antes, reunimos a esa mamá con la tejedora.

Me imagino que los ositos no son iguales, pero hay una línea general ¿Cómo funciona eso?

-En principio es el mismo osito. No se puede hacer ni un elefante ni un pingüino.  ¿Pero por qué? Porque cuando uno hace una campaña, tiene que poner sus energías en una cosa a la vez. Como los ositos se entregan donde hay muchos niños, es mejor hacerlo lo más equitativamente posible. Ahora bien, cada figura fue hecha por una persona distinta, y depende del material que use y del hilado. Si la lana es más gruesa te queda un osito más grande, si es más delgada, te queda un osito más pequeño, pero la forma es la misma. Con eso regulamos su formato. Es libre si la tejedora pone su nombre o no, ya que la idea con esto es potenciarlas a ellas.

Usted se ve una mujer que está en todas, entonces, quería pedirle unas palabras para aquellas mujeres que tienen que malabarear muchas cosas en su día a día.

-Los pilares son tres, me atrevería a decir: la voluntad al hacer las cosas, no esperar tener las ganas; hacerlas con cariño, ya que así sale más fácil y te gusta más, y la organización. Al querer lograr una meta, lo haces con voluntad, necesitas organización, que tiene la ventaja de eliminar todo lo que te abruma. Se puede hacer una lista, que te permita canalizar de forma efectiva tus esfuerzos. 

Soy Melisa Grob Lea-Plaza, tengo 38 años, soy cirujano dentista de especialidad periodoncista. Estoy casada hace casi trece años, tengo cuatro hijos de 10, 8, 6 y casi 4 años, amante de crear, enseñar y aprender. Hago clases de Odontología en la Universidad de Los Andes, soy Directora Médica de una corporación de servicio sin fines de lucro y trabajo atendiendo en la consulta.

 

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