[OPINION] Ojalá que este verano Valparaíso no esté en llamas (Jorge Bustos)

El calentamiento global, o cambio climático como algunos lo llaman, ha tenido a los países de Europa con temperaturas por sobre el promedio en este verano, incluso entrando al otoño europeo, y lo más probable es que esas mismas condiciones climáticas azoten nuestras tierras en el verano próximo.

En la ciudad de Valparaíso, no tomar estos elementos en cuenta es alimentar una futura catástrofe, con cientos de casas quemadas como ya ha sucedido otras veces.

Me imagino que las autoridades de la ciudad, con todos los datos históricos existentes, ya se habrán reunido varias veces para delinear un plan que contemple desmalezar la gran cantidad de maleza que aprecio producto de las abundantes lluvias de este invierno en los cerros y quebradas, y ha exigido a CONAF que adiestre a los futuros brigadistas en inspeccionar las plantaciones de eucaliptus y pinos que estén en norma.

En imaginarse que las autoridades son eficientes, no existe engaño, ¿o sí?

Esperemos que a Cerebro se le ocurra iniciar un proceso de contactos con jóvenes estudiantes que permita crear brigadas de voluntarios para subir a los cerros a hacer trabajo voluntario de limpieza antes que lleguen las altas temperaturas, apelo a Cerebro, porque yo sé que Pinky solo está preocupado del anuncio del nuevo proyecto del terminal de pasajeros que nunca se construirá.

También espero que la Delegada Presidencial tome el toro por las astas y también diseñe junto a los que saben, “los bomberos”, un plan de prevención donde se organice a las organizaciones comunales para prevenir y no lamentar incendios no deseados. Recurro a la figura de la Delegada Presidencial porque el Gobernador, bueno… anda igual que Pinky preocupado de otras cosas, mucho más importantes, por cierto.

Uno quisiera ser un aporte, pero como uno no tiene injerencia en las decisiones del poder, solo me permitiría sugerir que en la región talaran ahora, en primavera, todas las plantaciones de pinos y eucaliptus que están en las zonas urbanas, y que pongan en peligro las poblaciones cercanas; desmalezar, por cierto, porque el sentido común y los datos indican que en esos lugares es donde se inician y desarrollan los incontrolables incendios; también, decir que el dinero que gastará el Estado en esto será solo una ínfima parte de lo que se gastan contratando aviones y helicópteros, a no ser que lo de los aviones sea parte del negocio de los incendios, o que los incendios, en particular de Placilla y Curauma, sean negocios de alguna inmobiliaria inescrupulosa.

Uno, después de los años vividos, se empieza a imaginar cosas y no es un delito hacerlo, por lo tanto, uno se adelanta y pone por escrito ciertas imaginaciones, para que después no aparezcan en pomposas declaraciones culpando a otros los que pudieron hacer algo y no lo hicieron.

Categorías:Sin categoría

Etiquetado como:,

Deja un comentario