// En la Casa de la Cultura de Valparaíso tuvo lugar este miércoles 8, el Primer Conversatorio del Proyecto “Canto con Sentido y Razón”, iniciativa que propone articular una red de actores involucrados en la creación, interpretación, gestión y difusión de la música comprometida.
Para ello, se vienen establecido diferentes hitos, siendo el primero el Festival “Canto con Sentido y Razón” realizado en febrero de este año en El Patagual de Olmué. Al segundo hito, que es precisamente este conversatorio, le seguirá el Festival que se realizará en cuatro países de Europa, a partir del 18 de noviembre.
“Para el proyecto es sumamente importante el hito del conversatorio, porque es el espacio fundamental para generar las articulaciones de una red que estamos tejiendo tanto en Chile como en Europa”, señaló Roberto Córdova, coordinador del proyecto.
EL CONVERSATORIO
El primer panel, conducido por la profesora y escritora Elizabeth Gajardo, estuvo compuesto por el presidente de la Sociedad de Escritores de Chile, David Hevia; el gestor cultural Omar Reyes, de La Pará Kultural en Valparaíso; el representante del Sello Alerce, el periodista David Ponce, y Thelmo Aguilar, conductor del emblemático programa radial Dimensión Latinoamericana y actual concejal de la Municipalidad de Valparaíso.
Un segundo panel estuvo compuesto por Jeca Lehner, directora de Música Ensamble: la cantautora de Quillota, Valentina Mishki; el cantautor porteño, Claudio Martínez, y el periodista Cristian González Farfán, especializado en el área de la música. Este panel estuvo conducido por Melissa Johnson, cantautora que también, como Martínez, estuvo actuando en el Primer Festival del Canto con Sentido y Razón de El Patagual.
LA EVALUACIÓN
Al cierre de la jornada, el presidente nacional de la Sociedad de Escritores de Chile, David Hevia, expresó: “Ha sido una experiencia muy enriquecedora para mí, y en general para todos quienes participamos de un encuentro que, por una parte, nos permite articular nuestros vínculos como creadores, como artistas, como trabajadores del mundo de la cultura y, por otra, nos ha permitido, de manera muy eficaz y dinámica, reflexionar y hacer proposiciones, y desarrollar miradas sobre todo aquello que dice relación con el despliegue de políticas públicas culturales, iniciativas –también- de nuestras propias organizaciones y tener una mirada en perspectiva de lo que ha sido el debate de coyuntura, normativo, constitucional que impacta sobre el mundo de las artes”.
Por su parte, Jeca Lehner, directora de Música Ensamble de Quillota, valoró que “este espacio de colaboración entre artistas y músicos de la Quinta Región fue súper nutricio y necesario, porque se evidenció la necesidad de articular, reunir y hacer trabajo colaborativo; así que creo que fue un espacio muy necesario, que agradecemos mucho y que va a ser muy bien aprovechado”.
En tanto, el concejal porteño y reconocido hombre de radio, Thelmo Aguilar, se mostró “agradecido por esta invitación a ser parte de este espacio, donde por la mañana pudimos ver con satisfacción que llegó mucha gente a la Casa de la Cultura, a conversar sobre cultura, sobre arte, proyecciones. Así que, felicitaciones por esta iniciativa, y que siga adelante el Proyecto Canto con Sentido y Razón”.
Para la Licenciada en Arte, Valentina Mishki, “fue una instancia de compartir e intercambiar experiencias e ideas en torno a la labor de los agentes culturales, artistas y creadores; especialmente en la Región de Valparaíso. Para mí, como mujer creadora, es importante esta instancia para dar a conocer mi labor e inspirar a nuevas generaciones desde una mirada local, con conciencia social, que genere en los oyentes una reflexión a través de la poesía y la música”.
David Ponce, periodista y representante del Sello Alerce, donde dirige el podcast “Canto Popular” y que trabaja con Miguel Davagnino en el programa “Nuestro Canto”, también se manifestó “muy agradecido por la invitación que me permite conocer todo un circuito que en la capital no se conoce en detalle. Lo que me llamó la atención es ver la inquietud que hay por reunirse; gente muy enfocada en la necesidad de establecer contactos, probablemente después de una pandemia, y ese instinto y esa convicción por juntarse me parece súper valiosa en realidad. En el trabajo de comisiones surgieron un montón de ideas que articuladas van a ser muy ricas como insumo para dar forma a la recuperación de espacios. En definitiva, me parece una iniciativa indispensable para mejorar el nivel de comunicación que estamos teniendo como actores culturales de distintas áreas”.
Finalmente, Roberto Córdova mostró su satisfacción por el desarrollo de la jornada y las posibilidades del proyecto: “Nos vamos muy conformes con la respuesta a esta convocatoria y los resultados del encuentro. Por un lado, quedaron en evidencia el entusiasmo de las personas y organizaciones participantes en articularse y, por otro, la convicción que el Canto con Sentido y Razón tiene un rol que jugar en el devenir político de este país neoliberalizado. La red que hoy empezamos a tejer debe converger con múltiples iniciativas que caminamos senderos similares. Ésta es una tarea de muchas voluntades, y lo que debe primar es el espíritu del colectivo por sobre las lógicas individualistas y competitivas que el sistema dominante quiere imponernos”.
RESUMEN DE TEMAS ABORDADOS EN LOS PANELES
Panel 1:
David Hevia puso el acento de su ponencia en el tema de la Constitución que se votará en diciembre y el profundo desprecio por el tema de la cultura, a la cual se le dedican escasas líneas. Hizo referencia a la deficitaria normativa vigente en materia cultural y al espíritu mercantil que la atraviesa. Ante lo cual, uno de los asistentes, puntualizó sobre el concepto de industria cultural impuesto en el primer gobierno de Piñera y que, curiosamente, no ha sido alterado hasta hoy.
David Ponce centró su exposición en la importancia de la comunicación radial e hizo un recuento del rol jugado por Ricardo García en la década de los 60 y hasta el golpe de Estado con la Nueva Canción Chilena, y cómo en plena dictadura funda el Sello Alerce para darle continuidad a la difusión musical de quienes no podían expresarse dentro de Chile.
Por su parte, Omar Reyes, en su calidad de gestor cultural, enfatizó en la necesidad de multiplicar los espacios de intervención artística, en la necesidad de tomarse la calle. Puntualizó que no es suficiente quedarse encerrado entre cuatro paredes, actuando para los mismos de siempre.
Finalmente, Thelmo Aguilar volvió sobre el tema de la importancia de la comunicación radial para la difusión del arte contestatario. Hizo un detallado recorrido sobre el surgimiento y desarrollo del programa Dimensión Latinoamericana, que fue toda una trinchera en tiempos de dictadura.
Panel 2:
En su exposición, Jeca Lehner, quien está al frente de un Ensamble donde la integración es el eje de la propuesta (la mayoría de los músicos tienen alguna discapacidad), centró su exposición en el proceso y los métodos utilizados para dar vida al grupo. Quedando en evidencia que “cuando hay amor y convicción en lo que se hace, el resultado es siempre positivo”.
El músico y periodista Cristian González Farfán, quien es coautor del libro “Ecos del tiempo subterráneo”, sobre las peñas en Santiago durante la dictadura civil-militar, y que se encuentra trabajando junta a Catalina Jordán un nuevo libro sobre las peñas en el Gran Valparaíso, centró su intervención en este tema; donde destacó a las peñas como un espacio de resistencia cultural, pero también como una importante –aunque precaria- fuente laboral para los músicos en el contexto de represión de esos años.
Claudio Martínez, por su parte, en el relato de su experiencia ya larga como músico que crea sus propias canciones, recordó que tempranamente visitó a Thelmo Aguilar en el afán que difundiera sus canciones. Por aquellos tiempos formaba parte de la banda Mercado Persa, “en honor al lugar donde trabajaban mis padres, pero también como una referencia a ‘El Mercado de Testaccio, de Inti Illimani”.
Cerró el panel Valentina Mishki, quien relató su experiencia como creadora, pero particularmente su vínculo con la cueca; cómo, de la distancia primaria con que miraba el género, terminó “entendiendo la necesidad de estudiar su métrica y la valoración de la cueca como un instrumento en sí”, que permite contar historias sencillas y llegar a mucha gente.
Durante la tarde, se trabajó en tres comisiones, donde todos los asistentes, ya sea en representación de alguna organización o a título personal, pudieron expresar sus diagnósticos e ideas en torno a las perspectivas de una red colaborativa de las diversas actorías comprometidas con el proyecto. Luego, cada comisión, tuvo un relator o relatora que planteó los resultados del conversatorio; los que luego serán puestos en el papel y distribuidos entre la red.
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