Siendo las 20:30 nos encontrábamos con Claudio Cruz, fotógrafo, y Cristóbal Oliva, el reportero más pequeño de Mecha Verde, observando a Juan Pablo Letelier, el «Judas» que fue quemado en Plaza Waddinton.
Esta iniciativa, que congrega a turistas, vecinas y vecinos del sector, nos dejó con la sensación de que faltaba algo más popular, un sentimiento que solo los que crecimos en el Valparaíso de los 90 pudimos vivir: faltaba la organización de la junta de vecinos o el club deportivo que preparaba dos semanas antes el muñeco de trapo; faltaban los niños y niñas que pasaban por la pobla cantando “una moneita pal jua, una moneita pal jua…”; faltaba la vecina o vecino avispado que se sacaba las monedas del tarro para comprar dulces y no le convidaba a nadie; faltaba el «testamento», el documento en donde el traicionero Judas dejaba a algunos vecinos y vecinas objetos que hacían gala de las características de cada persona mencionada, que un jabón para el vecino cochino, que una peineta p’al vecino pelado del barrio, que un hilo y aguja para que el sapo o sapa del barrio pueda coser su boca. En fin, faltaba ese no sé qué y picardía que se encuentra en la población.
Nos pasaron el dato y nos trasladamos al cerro La Cruz, lugar en donde el Club Deportivo Crucianos , que cumple 80 años, en el marco de una investigación llamada “Investigación, recuperación y muestra testimonial del patrimonio histórico del Club Deportivo Cruciano”, después de ocho años de haber olvidado esta tradición, realizó la quema del Judas Donald Trump ,quienes ellos mismos reconocen y dicen “es un peligro para la democracia”. Patricio Olivares, quien fue la persona que construyó el muñeco, nos dice que “esta actividad era muy famosa en el cerro» y que «personas de todo Valparaíso venían a ver esta quema, incluso más de 200 personas llegué a presenciar en eventos anteriores”. Pudimos hablar también con el presidente del Club, Mauricio Hernández, quién nos contó que “para nosotros es muy importante esta actividad ya que es una manera de rescatar el patrimonio cultural del cerro y además es una forma de unir a los vecinos y vecinas”.
Esta investigación que logró revivir una tradición que estuvo muerta en la comunidad por muchos años es una iniciativa financiada por un fondo FNDR 6% para el deporte del Gobierno Regional en donde, en una muestra audiovisual dirigida por el cineasta Juan Krsulovic (nieto de quién fuera uno de los fundadores y primer presidente del club), nos mostrará el día 13 de mayo a las 20:00 en el Club Crucianos el patrimonio cultural que guarda este cerro de Valparaíso y que sus pobladores y pobladoras quisieron recuperar.
Solo nos queda decir que con el equipo encontramos esa magia que transmite la población cuando quiere unir fuerzas entre vecinos y vecinas para realizar actividades que disfruten todos y todas. La experiencia de ver un Judas en la cruz fue transportarse a los 90 y recordar esa organización barrial que hacía de las fiestas de la iglesia una fiesta popular.
(Fotos: Claudio Cruz Vásquez, Mecha Verde)
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