[OPINION] Piñera avergüenza a Chile (por Gato Dequinta)

Sebastián Piñera ha tenido una actuación vergonzosa en China. En primer lugar, para halagar a su anfitrión, se tiró al suelo como perro zalamero y para destacar que en los negocios se debe actuar con pragmatismo y que, si el saldo es positivo, no importan los derechos humanos ni la democracia, salió con una polémica frase para el bronce: “cada país tiene el sistema político que quiere”.

Con ello, se dejó en ridículo a sí mismo, pues con esta frase vació completamente de sentido su mediático viaje a Cúcuta, Colombia, donde fue a hacer el show de ayuda humanitaria para Venezuela, el que, además, fracasó estrepitosamente. ¿Si “cada país tiene el sistema político que quiere”, entonces para qué jode y jode a Maduro? Con ese eslogan, debiera dejarlo tranquilo.

El segundo momento vergonzoso de Piñera se produjo con el rol asumido por sus dos hijos, Cristóbal y Sebastián Piñera Morel, que le han acompañado en la gira a Asia. Estos, en vez de tomar un papel secundario, ubicándose como invitados en el público general, se ha sentado frente a frente con el Presidente de China y los más grandes empresarios del gigante asiático, como parte de la comitiva oficial de nuestro país.

piñeraChina2Lo que más irrita a los chilenos y chilenas de este hecho es que los hijos de Piñera no han llegado allí por mérito, la manoseada “meritocracia” de la que tanto habla la derecha, sino que sólo por ser hijos de Piñera.

De hecho, se supo que ambos constituyeron una pyme electrónica apenas un mes antes de viajar con su papá a China, para luego sentarse a hacer negocios familiares con los empresarios chinos.

Esta situación hace enojar, con razón, a un millón y medio de pequeños emprendedores y a los 50.000 dueños de pymes y mipymes que sueñan con tener algún día un contacto en China y que para exportar son tramitados y humillados sin misericordia por la burocracia, el papeleo y el ninguneo de este Gobierno neoliberal.

También arden de rabia los grandes empresarios de la CPC, que apoyaron a Piñera no sólo con el voto, sino también con plata. A ninguno de ellos invitó, sólo a Luksic y a sus hijos. Nadie más. Es decir, Piñera se pasó por cierta parte a un millón y medio de chilenos, claros representantes de la “clase media”, varios de los cuales votaron por él.

Piñera no quiso ver que, para su alicaído Gobierno, habría sido bueno políticamente invitar a la CPC y a las pymes. Tampoco que, con una invitación como esa a ellos, podría empezar a revertir la caída libre en las encuestas, recuperando el voto de su propio sector que hoy se siente decepcionado y avergonzado de él.

Pero la ambición por ganar plata puede más. Así lo ha hecho siempre Piñera. Al filo de la ley. Lo hizo para zafar de la cárcel en el caso del Banco de Talca. Lo hizo cuando compró LAN a precio de huevo en la dictadura, después que Pinochet desmanteló el Estado. Lo hizo con información privilegiada en la compra de acciones en La Bolsa. Lo hace ahora, incentivado, enceguecido, al ver una oportunidad para hacer negocios, para sus propios negocios.

piñeraChina3Ni se acordó de invitar a las pymes y mipymes, con las que se reunió en La Moneda hace algunos meses y a quienes juró que su Gobierno ayudaría.

Su ambición personal lo llevó a que aquello que escribió con la mano lo borró con el codo. Solo tuvo en cuenta hacer negocios para su familia, como Frei, que ha vuelto a sepultar a su padre a cambio de hacer negocios en Asia, encabezando sin remordimientos la comitiva piñerista.

Por eso cae Piñera en las encuestas. Porque el chileno percibe que, en sus acciones, donde hay posibilidad de negocios, el presidente-empresario no puede ir contra su propia naturaleza, pierde la cabeza y actúa solo en función del beneficio propio. Dinero, dinero, dinero es todo lo que ve. “Tiempos mejores para mí, nada más”, parece ser la consigna.

Mientras tanto, la oposición solo se ha dedicado a hacer la denuncia y sigue cada uno en una isla, sin posibilidad de acuerdos ni de levantar una alternativa al piñerismo neoliberal.

Entonces, en todo esto, hay aquí una enorme responsabilidad de la oposición: Chile no se merece un Presidente que nos siga avergonzando, impulsado por la voracidad del mercado y por la ambición de llevar su dinero para propio bolsillo.

Está en manos de la oposición encontrar la manera de vencer a la derecha en los próximos desafíos electorales que vienen.

Ya no aguantamos más.Opinion_GatodeQuinta

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