La gente quiere recuperar el ritmo de desarrollo que alguna vez mostró Viña del Mar y que ha caído sostenidamente tras cada elección municipal y presidencial.

Se advierte un creciente interés por participar, como fue en la consulta municipal de carácter nacional del 15 de diciembre, donde fuimos la comuna con mayor porcentaje del padrón que participó y ello superó la cifra de la última municipal, toda una señal.

En estas columnas hemos analizado los últimos años los déficit comunal y nacional en todos los ámbitos, pero este grito ciudadano la autoridad nunca lo tomó en cuenta, sino con migajas hasta el estallido social. Vivienda, sueldos, educación, transportes, turismo e infraestructura están detallados en muchas columnas de opinión de distintas personas, como también en la misma calle.

Viña del Mar es la ciudad más grande de la V Región y no puede seguir siendo vista como un mero punto turístico y festivalero, sino que debe asumirse como el centro articulador de las Provincias de Valparaíso y Marga Marga. Su ubicación estratégica le ha dado ese rol. La autoridad no puede seguir obviándolo.

Nos han dicho que la economía bajará, que habrá menos turistas y que Chile y Viña serán más pobres. Mi opinión es que ya el año pasado fue así para nuestra ciudad, con baja ocupación hotelera por la crisis trasandina. ¿Qué hizo la autoridad para reducir esa alta dependencia? Me temo que nada, porque todavía apuestan a una ciudad-balneario, en  circunstancias que Viña del Mar podría ser el motor productivo, de conocimiento y mercancías, dada su privilegiada ubicación y la composición social que la habita.

Un nuevo rumbo espera este año a Chile y a Viña del Mar. No dejemos pasar la oportunidad que nos ofrece la sociedad para hacer una nueva Constitución con una convención plenamente elegida. Este debe ser el impulso de abril para ganar en octubre la gestión en las comunas, hecha por la voluntad de la gente, sin caciquismos ni zonas vedadas para los jóvenes ni los adultos mayores. Juventud y experiencia serán la clave para cambiar el actual estado de nuestro país y de comunas como la nuestra.

Viña del Mar nunca más abandonada.