[OPINION] Historias de un territorio: La cartografía social en el actual proceso constituyente (Francisco Baeza Alfaro)

Estamos en un proceso histórico para Chile luego de ese mítico 18 octubre del año 2019 que desató un desborde de actividades y movilizaciones por parte de la gente en todos los territorios tan diversos y heterogéneos que componen este país.

Este proceso constituyente principalmente se forja luego de la participación y del malestar acumulado por un sistema social, económico, político y cultural, representado en un marco legal construido en dictadura sin contar con la participación de la ciudadanía. El desafío actual no es menor, es refundar la hoja de ruta y de planificación para el Estado de Chile en un territorio tan diverso de norte a sur y, a la vez, comenzar a redactar la nueva Carta Magna de este territorio, la cual se concretizó el 25 de octubre del año 2020 con el aplastante triunfo del Apruebo.

Este largo territorio ha tenido una forma de desarrollo que ha permanecido estos últimos 30 años, y que se ha debido  principalmente a la economía extractivista y de baja complejidad  económica y tecnológica, la cual  ha generado diversas grietas y daños socio-ambientales, culminando en multitudinarias manifestaciones y protestas en defensa del cuidado de nuestro medio natural, tal como el mítico caso de No a HidroAysén (2011), campaña que se propagó fuertemente a través de las redes sociales provocando la cancelación del proyecto por parte del Gobierno de turno. El rotundo No a HidroAysén significó un llamado de atención desde la propia ciudadanía organizada en menor o mayor medida pero en pos de la defensa de su medio territorial, y también una forma de visibilizar la historia sistematizada de “desarrollo” en desmedro de la calidad de vida de las personas y comunidades, como los son las “Zonas de Sacrificio”.

La siguiente fotografía del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) muestra de forma más evidente cómo ha sido la evolución del territorio durante estos años.

En la primera imagen se muestra un mapweb del INDH sobre conflictos socio-ambientales que demuestra la crítica situación a lo largo del territorio. En la imagen se puede observar la mayor concentración en la Zona Centro con 46 conflictos, seguido por la Zona Sur con 39 y la zona Norte con 28. En el mapa sobresale la situación de la Región de Valparaíso con 20 casos y la Región de los Lagos con 11, donde el 32% es en territorio indígena.

Tal como se puede observar, esta foto o cartografía de las regiones, no sólo muestra un territorio, sino que también incluye una historia que contar y que se ha construido a partir de la vulneración de los derechos humanos de quienes habitan en las diferentes comunas. En las zonas mencionadas, se plasman 102 conflictos (86%) que involucran el derecho a un medio ambiente libre de contaminación, 54 conflictos (46%) por el derecho a la salud física y mental y 52 conflictos (44%) sobre el derecho al agua.

Los datos entregados por el Ministerio de Desarrollo Social en la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) 2017, la región que ese año presenta mayor porcentaje de población en situación de pobreza es La Araucanía (17,2%), seguida por la región de Ñuble (16,1%) y región del Maule (12,7), donde se estima que de las 10 comunas más pobres de Chile, 7 son de La Araucanía.

La imagen N°2 es una cartografía de la CASEN 2015 y se distribuye espacialmente en diferentes comunas de la Región de la Araucanía, en sus diferentes tipos y porcentajes de pobreza multidimensional o por ingresos.

Roja: Pobreza por ingresos / Azul: Pobreza Multidimensional.

Cuando hablamos de un territorio no hablamos solo de un espacio geográfico y recursos naturales, sino que también representan familias y comunidades que viven hoy en los diferentes conflictos ambientales y sociales atenuado por el  sufrimiento provocado por una devastadora pandemia y sus derivados.

En el desafío que nos plantea la cuarta revolución industrial o la revolución digital como sociedad y a las diferentes organismos que lo conforman necesitamos ampliar la usabilidad de nuestros “teléfonos inteligentes” y ordenadores, donde se hace se hace necesario utilizar, por un lado, la cartografía y por otro lado,  las tecnologías, pero particularmente los Sistemas de Información Geografía (SIG) con un impacto social a través de su inteligencia colectiva, ya sea para la planificación, la toma de decisiones o medio de coordinación para las comunidades y gobiernos locales. Algo así como el Proyecto Synco o Cibersyn (1971), gestado en la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) durante el Gobierno de Salvador Allende y la colaboración de Stanford Beer, máximo exponente de la Cibernética, que viene del griego kybernḗtē, que se refiere al timonel, el cual “gobierna” la embarcación.

Actualmente, tenemos una alta internalización de las tecnologías y la conectividad, hoy en día ocupamos en nuestros sistemas como Google Maps para enviar o recibir una ubicación geográfica, sumado diferentes otros datos, hoy se alza como una herramienta para los efectos de la pandemia, una de las tecnologías que han tomado los y las dirigentes ha sido la cartografía web de los territorios para gestionar las ollas comunes, difusión de sus problemáticas sociales e incluso para contar su historia gestionada desde los testimonios y sus acciones, visualizadas en estas cartografías.

El caso de la autoorganización de los dirigentes sociales de Antofagasta es un ejemplo de lo anterior con un mapeo (Mymaps) de 70 ollas comunas y comedores populares. Katerin Rojas, dirigente de la junta de vecinos Arenales 1, comenta que Mymaps es una plataforma para que quienes deseen colaborar tanto con alimentos como con recursos económicos, técnicos o logísticos, puedan hacerlo. En Valparaíso existe un mapeo de Ollas comunes, actividades, centros de acopio y ferias distribuidas en 42 cerros de la comuna.

Fuente: https://maphub.net/TerritorioValparaiso/ollas-comunes-y-centros-de-acopio

En el contexto de elecciones constituyentes, donde serán elegidos 155 representantes y la característica de 15 escaños para pueblos originarios y paritaria, iniciando un histórico proceso de recolección de historias territoriales, relatos de comunidades, juntas de vecinos, organizaciones ambientales que forman parte de una realidad social y territorial que se ha desarrollado en los últimos 30 años.

En ese sentido, las herramientas tecnológicas ya se han comenzado a gestionar por parte de los dirigentes sociales, donde han visto una oportunidad de coordinación y comunicación a través de una interfaz amigable -ya que son mapas-, facilitando las relaciones desde una perspectiva y contexto territorial, integrando las diferentes realidades a lo largo del país.

Los datos y mapas creados por las mismas comunidades serán importantes a la hora de construir un nuevo Chile, para que seamos capaces de reconocer el daño y mirar las grietas tanto ambientales como sociales que han dejado estas formas de desarrollo, re-posicionando el relato diverso de los territorios frente sus problemáticas y soluciones – ahora contado desde su historia -, la cual querrán plasmar en la próxima Constitución, uno de los principales desafíos que enfrentarán los próximos y próximas constituyentes.

“Dado un número suficientemente elevado de ojos, todos los errores se vuelven obvios” (LinusTorvalds, Creador de Linux).

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