Opinión

[CRONICA] Derribando mitos II: El Almendral sin almendros (Rodolfo Follegati Pollmann)

Quien visita por primera vez la ciudad de Valparaíso y trata de entender el caos que representa su trazado urbano, deberá comprender en primer lugar que hay dos grandes sectores en los que se divide la ciudad: el Puerto y el Almendral. Luego, y a merced del azar y de sus propias capacidades, el visitante podrá desentrañar el desafío de recorrer y no perderse por entre los numerosos cerros y quebradas, escaleras, callejones y pasajes, el Valparaíso en altura. Pero para comenzar por la parte plana, siempre será una buena tarea identificar estos dos grandes sectores o barrios: el Puerto y el Almendral.

El Puerto, más pequeño y estrecho, comprende el área circundante a las plazas Aduana, Echaurren y Sotomayor. El Almendral, más grande y amplio, va desde la plaza Aníbal Pinto hasta el pie de los cerros que flanquean la Avenida Argentina.

En los años de la colonia el Almendral se caracterizaba por su aspecto rural, con casas de baja altura y algunos cultivos. Hasta allí llegaban carretas cargadas con productos del interior del país para abastecer la ciudad, incluso había una plaza de toros. Todo esto en contraste con aspecto más urbano y comercial del vecino barrio Puerto.

El año 1906 marca un hito significativo para el Almendral. Ese año, el 16 de agosto, ocurre un devastador terremoto que dejó prácticamente todo el sector en el suelo y en ruinas. Luego de eso comienza un ambicioso plan de remodelación que le va a dar a ese sector su aspecto más o menos parecido al actual.

Pero más allá de sus características actuales o de su evolución urbana a través de la historia nos preguntamos ahora por el origen de su nombre: el Almendral

Puede resultar razonable y de toda lógica que se piense que el sector o barrio del Almendral, el más plano, ancho y extenso de Valparaíso, lleve ese nombre debido a que allí se encontraba una plantación de almendros. Al menos eso se ha creído por siempre

¿Será así?

Si nos remontamos al origen, 1536, año del descubrimiento de esta bahía por parte de los españoles, podemos asegurar que el sitio nombrado Valparaíso, por Juan de Saavedra, era la pequeña caleta que se formaba en una estrecha playa, donde desembocaban las quebradas hoy conocidas como San Francisco, Márquez y de Juan Gómez (Carampangue). Es decir, lo que conocemos como el barrio Puerto, donde reconocemos la iglesia La Matriz o la tradicional Plaza Echaurren. Se formaba allí una estrecha playa, bañada por un mar de aguas profundas, lo que facilitaba el fondeadero de naves muy cerca de la orilla.

El lento crecimiento y desarrollo de Valparaíso, hizo que la pequeña aldea se expandiera primero hacia la quebrada de San Agustín (José Tomás Ramos) y luego hasta el peñón que sobresalía del Cerro Concepción, donde se formaba una rompiente de olas que cerraba la pequeña bahía por el oriente (Calle Esmeralda, entre la Cueva del Chivato y Plaza Aníbal Pinto).

Más allá, se extendía una playa larga y ancha, un gran arenal, atravesado por arroyos que bajaban de los cerros más alejados de la línea de la costa y anegaban, en invierno, grandes extensiones de terreno. Es lo que conocemos como el Almendral.

Esos terrenos eran propiedad de Blas Rodríguez Mendoza, español y comerciante, y en 1591 fueron adquiridos por la orden de los Mercedarios, que junto a los Agustinos fueron las primeras órdenes religiosas en establecerse en Valparaíso. Los terrenos comprendían desde la actual Plaza Aníbal Pinto hasta la actual Caleta Portales. En 1607 una parte de ellos fue vendida al comerciante Martín García. Se trataba de “las tierras y almendrales” que se extendían desde el actual Cerro Barón hasta la Caleta Portales, es decir, esas tierras y almendrales se encontraban en las afueras de lo que hoy reconocemos como el barrio Almendral. Esta información está recogida de un documento citado por Leopoldo Sáez, en Valparaíso guía histórico-cultural.

El nuevo propietario comenzó allí una cría de cabras, que dio origen al nombre Quebrada de Cabritería, y el camino que conducía desde Valparaíso hasta la propiedad de García se fue haciendo conocido como “Camino al Almendral”, por al almendral que allí había.

Este camino, conocido como “Camino al Almendral”, tiene que haber comenzado a la altura del peñón del Cerro Concepción (plaza Aníbal Pinto), que era conocido también como Cabo de Hornos, por los naufragios que ocurrían en esos roqueríos, de allí el antiguo nombre de Calle del Cabo que recibía la actual calle Esmeralda. Pues bien, a partir de este “camino al almendral”, que atravesaba toda esa parte ancha compuesta de playas y arenales y era atravesado por algunos arroyos que bajaban de los cerros, con el correr de los años su nombre fue derivando y acortándose simplemente a Almendral, ya no para designar sólo el camino sino que todo el sector que éste atravesaba.

Si hayan habido o no uno que otro almendro a lo largo del camino no lo sabemos. El que sí lo tenía muy claro, en 1844, fue Gabriel Lafond de Lucry, uno de esos tantos viajeros que visitó Valparaíso y nos dejó su crónica. Allí dice: “No me explico el significado de esta palabra Almendral que significa plantación de almendros, y yo no he encontrado uno solo de estos árboles en Valparaíso ni sus alrededores”. Lo que sí se puede asegurar es que el señalado “almendral” que estaba en los terrenos que vendieron los Mercedarios a Martín García en 1607 se encontraba mucho más allá de lo que hoy conocemos como barrio el Almendral, lejos de lo que entonces era Valparaíso.

Rodolfo Follegati Pollmann
Profesor de Historia
Magíster en Historia PUCV

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