La contaminación presente por más de un siglo en el paño Las Salinas en el borde costero de Viña del Mar dejó una deuda ambiental de dimensiones desconocidas y no cuantificadas hasta el día de hoy.
La contaminación, siguiendo sus procesos biofisicoquímicos, se ha expandido hacía el borde costero y otros lugares de manera irreversible.
Considerar la presencia de la contaminación de forma espacial, según el área de influencia de esta, y dejar de lado cómo estos químicos interactuaron con la salud y calidad de vida de la población que habitaron y habitan la zona contaminada es un grave error que perpetúa la injusticia y desigualdad.
Se debe considerar que la exposición aguda y/o crónica a la contaminación del paño Las Salinas -mutágenos, inmunotóxicos, cancerígenos y neurotóxicos- puede tener diversos efectos adversos en la salud. Para poner estos antecedentes en una dimensión humana, en palabras sencillas, exponer a las personas a esta contaminación puede determinar las experiencias vitales de un ser humano, predisponiendo la personalidad de las personas a ciertos rasgos depresivos y/o ansiosos, incluso acortar la existencia y disminuir la calidad de vida.
Pero, no solo se verá dañada la salud de las personas expuestas. Las últimas investigaciones sobre epigenética y exposiciones multigeneracionales y transgeneracionales nos muestran que los efectos adversos en la salud pueden ser heredados como mínimo por tres generaciones.
¿Es justo que una empresa contaminante altere la vida de una población y esto no sea investigado y además quede en total impunidad?
Para los habitantes de Viña del Mar y el Movimiento Un Parque para Las Salinas, esto es un abuso e injusticia perpetuada a través de décadas por la empresa privada, teniendo como cómplices activos a las autoridades de turno que anteponen el lucro privado por sobre la salud de las personas.
Buscar a través de la ciencia ciudadana la verdad que se esconde detrás de un conflicto por daño ambiental es la base humana mínima aceptable, en el Chile que nace a través del proceso constituyente y el nuevo pacto social.
Los responsables del daño ambiental se deben hacer cargo de los perjuicios generados en la población, resarcir e indemnizar; no puede ser que la vida de una persona proveniente de un barrio obrero/industrial no sea valorada como tal.
Es responsabilidad de las autoridades actuales dotar de todas las herramientas a las comunidades para que desarrollen la ciencia ciudadana. Este es un elemento gravitante en la democratización de la investigación a nivel internacional, con desarrollo nulo en Chile.
Las comunidades están en su legítimo derecho de exigir y encontrar de cualquier forma éticamente posible el camino, hasta alcanzar la tan ampliamente mencionada y necesaria justicia ambiental.
Gonzalo Pavez Sepúlveda
Movimiento Un Parque para Las Salinas
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