Como “una deuda que estamos tratando de saldar”, la diputada de Convergencia Social, María Francisca Bello, presentó en la mañana de este martes 31 de mayo, el proyecto “Ley de prevención, atención, diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria en Chile (#LeyTCA)”, escrito por Sophia Bugueño y Valeria Mena, activistas y ambas sobrevivientes de estas enfermedades.
“Los últimos registros del MINSAL nos indica que existen alrededor de 500.000 jóvenes que padecen algún trastorno de conducta alimentaria (TCA), ya sea bulimia o anorexia, pero que, sin embargo, luego de la pandemia estos deben haber aumentado en un 30%”, agregó la diputada.
El proyecto de ley busca hacerse cargo de tres ámbitos, el primero siendo la prevención en las escuelas, tomando en cuenta que donde más prevalecen estas enfermedades son en los y las adolescentes. En segundo lugar, está la regulación de la publicidad, para que no genere expectativas irreales y que perpetúen cánones de belleza inalcanzables para la mayoría de la población. Por último, que estos trastornos sean reconocidos como una enfermedad que puedan ser tratados en los sistemas de salud tanto públicos como privados.
Ante la responsabilidad del sistema de salud, la diputada Bello asevera que “es muy importante entender que los TCA pueden llegar a ser mortales. Es por eso que como Estado tenemos que hacernos cargo y este proyecto de ley va en esa vía”.
Si bien el proyecto fue presentado por la diputada, quienes lo han impulsado desde hace años son Valeria Mena y Sophia Bugueño. Ambas se conocieron a raíz de su experiencia de supervivencia de TCA, lo que las impulsó a escribir este proyecto y buscar apoyo en la diputada Bello.
Sophia relata que “me hospitalizaron en riesgo vital en una clínica psiquiatra, me dijeron que me iba a morir y que nunca me iba a recuperar, sin embargo, después de luchar años, hoy estoy sana de mente y cuerpo”, además agrega que si bien es posible sobrevivir a un TCA, se necesita “un equipo de salud capacitado y ahí nuestro Estado está al debe”.
Ante lo mismo, Valeria señala que con este proyecto buscan “que las próximas generaciones crezcan bien, crezcan felices, crezcan libres de estereotipos y cánones de belleza, y que existan personas conscientes del daño que generan sus palabras sobre los cuerpos de otras personas.”
El proyecto además contempla la perspectiva de género, pues si bien se señala que la mayoría de quienes padecen estas enfermedades son mujeres, el aumento de la prevalencia en hombres creció exponencialmente en los últimos años. Por último, también pretende actualizar estudios respecto a cómo los TCA afectan a la comunidad LGBTIQ+, donde casi no hay literatura al respecto.
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