Tras dos días de amplio debate, se votaron los artículos con las modificaciones planteadas en el segundo informe de la Comisión de Constitución: la norma que permite el retiro extraordinario de hasta un 10% de los fondos previsionales, en tanto que la creación del Fondo Colectivo Solidario de Pensiones fue rechazado.
Cumpliendo con los requerimientos de quórum constitucional, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó en particular y despachó a segundo trámite al Senado el proyecto de reforma constitucional que permite el retiro excepcional de los fondos acumulados de capitalización individual, bajo determinadas condiciones.
Al momento de las votaciones, el texto que permite el retiro excepcional de un 10% de los fondos previsionales, junto con la mencionada modificación, fue ratificado por 95 votos a favor, 36 en contra y 22 abstenciones.
La norma que creaba el Fondo Colectivo Solidario de Pensiones se rechazó por no alcanzar el quórum mínimo de aprobación de 93 votos favorables. El texto obtuvo 89 votos a favor, 43 en contra y 21 abstenciones.
Finalmente, se aprobó el cambio de denominación del proyecto, pero sacando la mención al citado Fondo.
El debate en particular de la iniciativa comenzó en la sesión ordinaria de ayer con la lectura del segundo informe de la Comisión de Constitución, en donde se explicó los dos cambios emprendidos, respecto del texto aprobado en general el pasado 8 de julio. En concreto, la primera modificación permitió definir que los fondos retirados no constituirán renta o remuneración para ningún efecto legal, mientras que la segunda enmendó la denominación del proyecto.
La idea central de la iniciativa propone que, excepcionalmente y para mitigar los efectos sociales derivados del estado de catástrofe decretado a causa del COVID-19, se autorice a los afiliados del sistema privado de pensiones de forma voluntaria y por única vez, a retirar hasta el 10% de los fondos acumulados en su cuenta, estableciéndose como monto máximo de retiro el equivalente a ciento cincuenta unidades de fomento y un mínimo de treinta y cinco unidades de fomento.
“Lo de hoy es un gran paso”, señaló el diputado de Convergencia Social, Diego Ibañez. “Es un gran paso porque es un gesto de que la política sí puede ser una herramienta que puede estar al servicio de la gente y no de los lobbystas de las AFP. Es un gran paso porque fuimos capaces de actuar en sintonía con lo que exige la ciudadanía. Es un gran paso porque nos abrimos a cuestionar un modelo de pensiones que perpetúa la miseria y la desigualdad en la que este país está sumido porque nos han guiado principios como la competencia y el individualismo. Hoy celebramos porque la gente celebra, y empujaremos también esta propuesta para que su paso por el Senado sea exitoso y para que se reponga el Fondo Colectivo. Seguimos avanzando hacia la construcción de un Chile en el que la vida de todos y todas valga lo mismo. Que la pandemia no signifique un momento en el que se sigan expropiando los esfuerzos de los trabajadores para destinarlos a las utilidades de las empresas”.
En la misma línea, el diputado Jorge Brito (Revolución Democrática), dijo que “hemos tenido dos semanas de debate histórico en el Congreso y nos alegra que esto avance, pero también seguiremos detalle a detalle, con lupa, todo lo que ocurra en el Senado. El lobby de las AFP y del Gobierno acá ha sido feroz y realmente creemos que todo Chile tiene que ver lo que esta ocurriendo con este negocio que significan las AFP y con las necesidades que los y las trabajadores puedan acceder al retiro. Hoy aprobamos el retiro del 10%, mañana debemos acabar con las AFP y construir un verdadero sistema de seguridad social para proteger a nuestra gente, a nuestros trabajadores y trabajadoras en estos momentos más difíciles, y también en su vejez”.
Durante la discusión en sala, el diputado Víctor Torres (DC) recordó que se llegó a esta medida extrema, que reconoció no es inocua, pero sí necesaria porque la propia ciudadanía lo pidió frente a una profunda situación de vulnerabilidad que hoy incluye a la clase media. “No podemos seguir con indolencia e indiferencia ante la gente (…) Es necesario que este Parlamento tenga empatía política”, planteó.
LOS SIGUIENTES PASOS PARA LA APROBACIÓN
La reforma constitucional deberá ahora pasar al Senado a su segundo trámite para votación en general primero y en particular después. Si no se modifica, se despacha al Presidente para su firma.
Si el Senado le hace cambios, vuelve a la Cámara a tercer trámite. Si la Cámara la aprueba, se va a firma del Presidente.
Si la Camara no estuviera de acuerdo con los cambios realizados por el Senado, pasa a comisión mixta donde se vota nuevamente en ambas cámaras (al mismo tiempo). Si hay acuerdo, se va a firma del Presidente.
Cuando llega para firma al Presidente, deberá optar por una de las siguentes alternativas:
A) Firmar y que sea ley
B) Poner veto (hacerle cambios), en ese caso se vota de nuevo en ambas cámaras y luego es ley.
C) Enviarla al Tribunal Constitucional
Cabe destacar que 24 senadores ya han manifestado su voluntad de apoyar la reforma, la cual requiere de 26 votos para su aprobación.
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Dieuguer Laurent