El joven viñamarino que perdió su ojo derecho por impacto de una lacrimógena, llegó a declarar a Fiscalía Regional, para después contar a la prensa novedades del caso y sensaciones de su gira por Europa. Minutos antes, uniformados intentarom detener sin explicación a su hermano fuera del lugar.
(Por Octavio Soto Ormeño)
Matías Orellana, el profesor que perdió un ojo por impacto de lacrimógena el 1 de enero en Valparaíso, ya está de vuelta de su gira por Europa y llegó la tarde de este jueves a la Fiscalía Regional para declarar por la investigación que busca a los uniformados culpables de su agresión.
Según explicó Matías en un punto de prensa realizado junto a familiares y amigos, la declaración consistió en una citación del fiscal para la “revisión de hechos” del momento en que recibió el proyectil que provocó un estallido ocular en su ojo derecho y fractura expuesta en su cráneo. Además, señaló que en la instancia se dio a conocer un video que confirma lo sucedido aquella madrugada de Año Nuevo, algo que lo deja “un poco más tranquilo”.
“Hasta hace poco estaba super desilusionado con la justicia, y con todo el mundo, por lo que me ocurrió, pero con lo que ocurre ahora -el avance de la investigación- me hace pensar de que sí es posible, y estamos un poco más cerca de que haya justicia, porque hay antecedentes concretos”, afirmó el viñamarino, que recalcó, sin embargo, el suyo es solo uno de los más de 450 casos de daño ocular, la mayoría con investigaciones que se están viendo “muy truncadas”.
Gianni Fenelli, uno de los abogados representantes de Orellana, detalló que “se ha avanzado bastante en la carpeta investigativa” y que gran cantidad de las diligencias que han solicitado se llevaron a cabo. A pesar de ello, hizo hincapié en que no ha existido ningún “gesto” por parte de Carabineros para cooperar, aun cuando existan pruebas irrefutables. “Lamentablemente esta ha sido la conducta de la institución (…) Hacemos un llamado para que pueda colaborar con la investigación, porque creo que ellos saben lo que ocurrió”, manifestó Fenelli, en vista de que próximamente se citará a los carabineros involucrados en el operativo desde donde se emitió el disparo de lacrimógena.
Se trata de una de las querellas presentada por la familia de Matías que se suma a otras dos encabezadas por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y la Municipalidad de Valparaíso.
QUERELLA CONTRA CONCEJAL BARRAZA
Paralelamente, una nueva querella fue presentada el miércoles y la patrocinan dos abogados y amigos del profesor, en contra del concejal Marcelo Barraza (DC) por sus dichos en su contra calificándolo como un “delincuente” que “estaba pateando en el suelo a un adulto mayor”.
Diego Urtubia, abogado querellante y director del Centro Cultural Murga La Klandestina -agrupación que Matías integra-, indicó que la acción legal se enmarca dentro del delito de “injurias y calumnias” y aseguró que tienen como intención “hacer valer todas las acciones legales pertinentes porque esto, además de un aprovechamiento político, vulnera totalmente la honra de la persona que es Matías, que es un profesor, un ciudadano que es totalmente valioso para nuestra sociedad”.
Orellana informó que su estado de salud sigue en revisión y “sin poder recuperar mi vida normal”, a la espera de nuevos chequeos médicos para iniciar su rehabilitación, que aún no ha comenzado. Pero las últimas semanas las dedicó a viajar por diversos países de Europa para difundir su caso y la situación del país, testimonio que lo llevó hasta la ONU y a encuentros con diversos personajes políticos y de Derechos Humanos.
El joven expresó que tras el viaje se queda “preocupado porque la información que llega allá es súper sesgada y casi nula”, algo que corroboró en sus reuniones con periodistas y gente del mundo de los Derechos Humanos, que creían que había acabado el mismo octubre. Aquello le sucedió en la reunión que sostuvo con un Relator Especial de los Derechos Humanos, que había hablado con Piñera los primeros días del estallido, pero no estaba enterado de los datos de víctimas de violencia por parte del Estado, “quedó sorprendido”, aseguró.
Los minutos previos a la salida de Matías de la Fiscalía Regional (Molina #150) no estuvieron libres de altercados. Y es que tras una serie de detenciones a estudiantes en Plaza Victoria, un carro policial se estacionó frente a donde se encontraban sus familiares y amigos esperando su salida, y cerca de una decena de uniformados se bajó en el lugar e intentó tomar detenido a Paulo Orellana, hermano del profesor. Nicolás Jaramillo, amigo de Matías y abogado participante de la Defensoría Regional de Derechos Humanos, estuvo presente en el hecho e hizo un llamado a que efectivos se formen en Derechos Humanos “y que paremos con las detenciones ilegales y arbitrarias”.
Categorías:Valparaíso
2 respuestas »