Desde comienzos del año 2018, cuando la empresa Inmobiliaria Las Salinas de COPEC comienza a desarrollar el último Estudio de Impacto Ambiental (EIA) con el fin de remediar la contaminación del terreno antiguamente utilizado por empresas petroleras en el sector de Las Salinas, mediante proceso bacteriano experimental para desarrollar y construir un megaproyecto inmobiliario, se ha mostrado una oposición por parte de la ciudadanía, visualizándose una serie de críticas a la participación de las universidades regionales, en especial la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
La empresa ha contratado a diversos académicos de estas universidades y denominándolo como “Comité de Científicos”.

Seminario “Recuperación de Suelos Contaminados en Zonas Urbanas, el valor de la biorremediación“ realizado el 11 de diciembre de 2018 en la USM días antes de ingresar el EIA al SEA. Expone el “Comité de científicos” compuesto por Marcel Szantó, Luis Álvarez, Salvador Donghi, Michael Seeger y Roberto Orellana.
Es evidente el uso de los espacios y logos de las universidades para darle crédito a las actividades promovidas por la empresa Inmobiliaria Las Salinas de COPEC, considerando únicamente a profesores remunerados, quienes participan en el debate sin dar espacio a las voces disidentes del proceso de remediación propuesto. Lo anterior se enmarca en una especie de “blanqueamiento” de las externalidades negativas de la iniciativa y al uso indebido del concepto “in situ”, que consiste en un proceso sin movimiento de tierra y material particulado de químicos cancerígenos que pueden alcanzar fácilmente a la población aledaña y turistas. Al contrario, el proceso propuesto por este “Comité independiente” es “ex situ”, exponiendo a una mayor cantidad de habitantes producto del traslado de suelos contaminados.
Unos de los integrantes del comité, Salvador Donghi, es una de las personas que más llama la atención a la comunidad, debido a la validación social que ha ganado su participación en otros conflictos ambientales. Formando parte del “Comité de Científicos” conformado por la Inmobiliaria Las Salinas de COPEC, ha realizado distintas vocerías en defensa de los intereses de la empresa.
Sumado a lo anterior, Donghi es miembro de Defendamos la Ciudad y hombre de total confianza de Patricio Herman, presidente de la Fundación, institución que se mantuvo totalmente al margen y en silencio durante el proceso de tramitación ambiental y las acciones de concientización que han llevado a cabo los vecinos y vecinas de Viña del Mar. Patricio Herman en los últimos meses se ha tratado de involucrar en el conflicto, mostrando una cercanía con los intereses de la Inmobiliaria Las Salinas de COPEC, desplegando un manto de dudas respecto a los verdaderos intereses de Herman en el conflicto urbano–ambiental.
En las siguientes imágenes quedan en evidencia las diferentes instancias públicas generadas entre las universidades USM y PUCV con la inmobiliaria de COPEC.
El conflicto del vínculo entre las universidades y la empresa que se ha mantenido en total secretismo desde las partes, tuvo un punto muy álgido cuando el diputado Rodrigo González, en la comisión evaluadora integrada por los seremis de la V Región, realizada el día 21 de agosto 2020, pone en discusión que no existan estudios independientes de un conflicto que puede poner en riesgo a la población de Viña del Mar y turistas, debido a lo experimental del proceso, recomendando consultar a otras universidades externas que no mantengan conflictos de interés con la empresa.
Producto de estas declaraciones, los rectores de las universidades involucradas, Darcy Fuenzalida y Claudio Elórtegui Raffo salieron en distintos medios de comunicación tradicionales como El Mercurio y Chilevisión para criticar al diputado González respecto a sus declaraciones solicitando una opinión independiente, argumentando una supuesta desconfianza en las capacidades de las universidades regionales. Asunto que fue rechazado de plano por el diputado, llamando a un debate que incluya la opinión pública, científicos independientes y sin sesgos.
Desde el movimiento “Un Parque para Las Salinas” el profesor y director de la Escuela de Ingeniería Civil Biomédica de la Universidad de Valparaíso, Pablo Roncagliolo, declaró lo siguiente en el Webinar Soy Valparaíso: “No se puede hablar de un comité de científicos independientes, cuando en realidad se trata de consultorías técnicas debidamente remuneradas, es cierto que el lenguaje y las palabras crean realidades, pero las cosas son por lo que son”.
El vecino del sector y vocero del movimiento Un Parque para Las Salinas, Gonzalo Pavéz, tiene la siguiente opinión: “Es sabido que desde los años 50 aproximadamente, los científicos e investigadores con conflictos de interés dentro de estudios técnicos, pierden total validez científica y se deben requerir peritajes independientes y profundos, que la empresa ha evitado realizar. Como, por ejemplo, el efecto en la salud humana de los químicos considerando el efecto cóctel, donde las mezclas de sustancias químicas individuales, al combinarse entre sí, pueden presentar un algo riesgo a la salud, la exposición a las bacterias que estresan el sistema inmunológico y el impacto emocional que genera en la comunidad la exposición a los diferentes riesgos y cómo esto en su conjunto puede repercutir en la afectación del sistema psiconeuroinmunoendocrinológico”.
¿Estamos bajo un blanqueamiento social y lobby inmobiliario ejercido por universidades?
Esto queda en total evidencia en el acta de reunión realizada el 7 de septiembre de 2020 por “Ley de Lobby” solicitada por el científico de la USM Michael Seeger, en conjunto con el “Comité de Científicos” que fue llevada a cabo junto a la Senadora Isabel Allende.
¿Cuál es el interés del comité de científicos contratados por COPEC de realizar una reunión por lobby con una senadora, donde la mayor beneficiada en la inmobiliaria de la empresa?
Claramente, para el movimiento Un Parque para Las Salinas no hay duda: estamos bajo el lobby inmobiliario con participación activa de la Universidad Técnica Federico Santa María y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, quienes han negado hacer públicos los contratos y vínculos que tienen con la empresa COPEC y la inversión que ésta genera en las dos universidades.
Categorías:Valparaíso